viernes, 29 de julio de 2011

"Salón Vino de Altura 2011"


Los días 29 y 30 de junio pasados, en el Hotel Marriott Plaza de la Ciudad de Buenos Aires, se realizó el Salón Vino de Altura 2011, organizado entre otros por la Consultora Stg y el Gobierno de la Provincia de Salta. Las veintiocho bodegas de la provincia  convocadas dijeron presente y ofrecieron sus vinos para degustar.  Vale recordar que este evento es abierto a todo el público, sin costo alguno y que se podía asistir simplemente registrándose con anticipación vía mail.

Haber pasado sólo un par de horas y haber dedicado buena parte de ese tiempo más a lo social que a degustar hizo que pudiera probar pocas etiquetas, pero algo para comentar siempre hay.

Buscando torrontés recién salidos, sólo encontré el Laborum Torrontés 2011 de Bodega El Porvenir; frutal en nariz y muy domado en sus aromas, de esos que privilegian la elegancia en el paladar; lo que me ofreció por $ 60 me pareció correcto.
Es una pena que el resto de las bodegas no aprovecharan este evento para mostrar cada una su nueva añada de torrontés (en este caso la 2011), ya que imagino que a esta altura del año ya todas podrían tenerlos embotellados y listos para darlos a conocer. 

De los Torrontés Reserva que aún no había probado sus nuevas añadas había dos, el Tukma Gran Torrontés 2010 ($ 85), criado en roble francés de primer uso, agradable y complejo, con una nota tostada marcada en sus aromas, que a mi gusto le quedaba muy bien. 
En la otra punta del salón y casi en el mismo segmento de precio estaba el Gran Linaje 2010 de Bodega Etchart, que por su inexpresión en esta nueva cosecha me desilusionó un poco/bastante. En su estilo, la añada anterior (2008) se encontraba entre mis preferidos. Espero que haya sido la botella, le daré otra oportunidad.

En el stand de Bodega Finca Quara, estaban presentando la línea Félix, que entre otros varietales tienen el Félix Torrontés 2010 ($ 70) criado 20  % en roble francés, que no me llamó demasiado la atención pero que a mi amigo bloguero Francisco efectivamente sí, porque lo elogió. En cambio, el Félix Malbec ($ 90) me pareció más interesante, es ese tipo de vino que ya te impacta desde la nariz y que por su intensidad puede seducir fácilmente todos los sentidos. Para tener en cuenta y volver a probar.

Más tintos
Nanni Bonarda Reserva 2008, de un estilo más tradicional y con un muy lindo recorrido en boca, creo que tienen una sola hectárea de este bonarda que José Nanni en persona daba a degustar con mucho orgullo. Por ende, muy pocas botella. Creo que está alrededor de los $  100 y para adquirirlo hay que visitar la bodega.
Finca Humanau Malbec/Cabernet 2007 ($ 80), siempre estoy atento a los vinos de esta bodega, a los que por lo general suelo encontrarles un carácter particular y son difíciles de conseguir por estos pagos; pero desde hace muy poco tiempo me enteré de que tienen un representante en capital. Seguramente ahora tendremos más a mano los vinos de Molinos.

Destacado
Uno que me pareció destacable es el Finca Los Notables Cabernet Sauvignon 2009 ($ 150), un Single Vineyard de Bodega El Esteco. Me encantó: imaginen los aromas de pimiento verde salteño, al mismo tiempo muy especiado y sumamente fresco, de paso suave y prolongado por al paladar. Sólo 6.500 botellas de esta perlita que proviene de un antiguo parral de más de 50 años, fermentado en cubas de madera –vasijas troncocónicas de roble nuevo– y finalmente criado 15 meses en barrica.
Para terminar, probé por primera vez dos champañas que tiene El Esteco ($ 53), de las cuales una era rosada. Me gustaron mucho, ambas poseen en su composición malbec, que aporta estructura, carácter y complejidad. Espumantes muy acertados para su segmento de precio; dos burbujas más recomendadas para acompañar una entrada o plato principal que para beber “acapella”.


Asesor de lujo
Casi sobre el final tuve el enorme placer de saludar y cruzar algunas palabras con Marcelo Pelleriti. El motivo de su presencia en el salón es que actualmente asesora a Finca Quara y como dato extra me enteré de que también se encuentra asesorando los demás proyectos de Pancho Lavaque en Mendoza.  Por lo tanto “atenti” a los vinos de Lavaque, Suter y Quara que de aquí en adelante estarán bajo la mirada de un “grosso” como Marcelo.

Para terminar, es una pena que este año hayan estado ausentes Tacuil y José Luis Mounier con Finca Las Nubes. Y como recomendación para los organizadores, replantearse el espacio, ya que al ser un evento gratuito cada año convoca más gente y el bonito salón del Marriott cada vez se completa más rápido.


jueves, 21 de julio de 2011

"KillKa y lechón en Villa Elisa"



¡Quien sabe comer, sabe esperar!  Nunca mejor aplicado ese dicho que el 9 de julio pasado, cuando mis amigos Hugo y Pablo, en casa del segundo en la localidad de Villa Elisa, asaron un lechón de 13  kg durante más de siete horas. 
Por suerte, el soleado feriado acompañó y la espera se hizo más que entretenida porque no faltó la típica picada (Ale aportó fiambres varios de Tandil, lo insólito: se los compró a un valijero que frecuenta la Facultad de Medicina), y todo  estuvo muy bien escoltado por una etiqueta que para los presentes fue toda una novedad:   la primicia se llama “Killka” y es la nueva línea de vinos varietales que lanzó recientemente al mercado Bodegas Salentein.

Quien conoce la imponente bodega del Valle de Uco seguramente sabrá que Killka también se llama la galería de arte que se encuentra en la misma.  Los vinos Killka se ubican en el segmento de los $  39 en vinoteca y hasta el momento sólo cuenta con tres varietales: Chardonnay, Cabernet Sauvignon y Malbec.




En esta oportunidad probé solamente los dos tintos y me resultaron muy agradables. Además de destacarse su profundo color y atractivos aromas de fruta madura, también sobresalen notas provenientes de su contacto con roble (duelas de roble francés tostado medio). 
Entre sí, les encontré bastantes puntos en común: expresivos tanto en nariz como en boca, muy buena estructura y correcta acidez; además poseen tipicidad, es decir, fácilmente se detecta cuál es cada varietal: la fruta más dulce en el Malbec, y los taninos marcados y el recuerdo de pimienta negra en el caso del Cabernet. 
Ambos vinos fueron excelentes compañeros tanto para los embutidos como para los quesos y el cerdo asado. Creo que hoy con este tipo de alimentos funcionan muy bien; para decirlo de otra manera, si lo que el consumidor va a buscar es un tinto liviano, fácil, ligero y de paso rápido, le recomiendo que siga de largo cuando los vea en la góndola.
Con respecto al precio, están en una franja muy competitiva, donde deben abrirse paso en la góndola junto a etiquetas muy instaladas como Finca La Linda, Nieto Senetiner o Séptima, entre otra,. Conociendo un poco el mercado, creo que entrega la calidad suficiente para luchar en el segmento.



¿Varietales de corte?
Efectivamente, los KiIlka son vinos 100% varietales que nacen de un corte de diferentes cuadros de Finca El Oasis, es decir, que gracias a la agricultura de precisión que se aplica en el viñedo se pueden vinificar sus diferentes cuadros por separado, y luego, en función de las características de cada una de las vinificaciones obtenidas, hacer el corte más apropiado, logrando así la máxima versatilidad al momento de obtener los mejores resultados.
A continuación, les dejo los cortes de cada varietal, con sus respectivos porcentajes y la altura en que se encuentra cada cuadro:

KillKa Malbec 
Composición del corte: 
Finca El Oasis Cuadro N° 7, 1090 msnm – 40%
Finca El Oasis Cuadro N° 88, 1132 msnm – 35%
Finca El Oasis Cuadro N° 157, 1180 msnm – 25% 
Killka Cabernet Sauvignon
Composición del corte:
Finca El Oasis Cuadro N° 19, 1050 msnm – 40%
Finca El Oasis Cuadro N° 61, 1115 msnm – 30%
Finca El Oasis Cuadro N° 115, 1147 msnm – 30%

Me alegra ver que muchas bodegas tienen bien en claro que el único camino para crecer es trabajar día a día cada vez mejor, y que pueden demostrar con hechos que la frase “el vino comienza en el viñedo” es una realidad y no una muletilla del marketing.

lunes, 4 de julio de 2011

"El Ecuador de los Vinos"



En los últimos años, son muchas las etiquetas de vinos reconocidas por los consumidores en general, quienes quizás, sin haberlas necesariamente probado, suelen asociarlas a marcas de primer nivel. Este efecto es el resultado directo de la buena comunicación, la publicidad, el marketing, etc., de las bodegas en cuestión.

Pero hoy quiero detenerme en una etiqueta, que también goza de reconocimiento, aunque no masivo, de quien efectivamente tuvo la oportunidad de probarla. Pertenece a una bodega franco-argentina que ya tiene más de doce años en nuestro país y que, sin descuidar ninguno de sus frentes, suele enfocar su trabajo puertas adentro (quiero decir que su principal objetivo es año a año mejorar la calidad de sus vinos) y los resultados están a la vista. La reciente degustación de uno de ellos me disparó esta nota.

Para terminar con el misterio, estimo que si alguien llegó hasta aquí, y está algo empapado en el tema, ya comienza a imaginarse a qué bodega me refiero.Estoy seguro de que si sólo mencionara las dos iniciales de la etiqueta que degusté ya sería más que suficiente para que la descubran. Deschavaré el acertijo con nombre y apellido: Alta Vista Malbec Terroir Selection, para los amigos del vino, TS.

“El ecuador de los vinos”, así suele llamarla mi amigo Jorge F., quien dice que el TS marca una línea imaginaria, de ahí para arriba los vinos de 90 pts. o más.También me incluyo entre quienes suelen tomar esta etiqueta como un referente de calidad (hoy en el rango de entre $ 100 y $ 110);. Al ser un vino que pruebo año tras año, siempre tengo bastante presente lo que ofrece y casi inconscientemente lo uso como parámetro del segmento. 

Quizás alguno puede interpretar que me volví hincha incondicional del TS. No creo. Solo sé que cada oportunidad que tuve de probarlo hasta ahora nunca falló, de hecho la última vez fue hace un par de semanas e hice algo no es habitual: probar al mismo tiempo cuatro cosechas diferentes.

Aprovechando la gentileza de los amigos Walter Dos Santos y Sebastián, que me brindaron las botellas que me faltaban, pude hacer lo que técnicamente se llama una cata vertical. Fue tanto lo que disfruté que hasta me parece injusto meter la palabra técnica en el medio.

Se sirvieron casi en simultaneo las cuatro añadas (2005, 2006, 2007 y 2008) de este Malbec que se caracteriza por ser un corte de las mejores regiones mendocinas. Durante las tres horas que duró la cata pude observar detenidamente cómo se fueron abriendo y mutando, minuto a minuto, cada una de las muestras.

Entre sí, todas poseen muchas cosas en común: intensidad, buena acidez, elegancia, carácter. 

En el momento de hilar más fino, puedo decir que la 2005 fue claramente la más compleja, con mucha intensidad tanto en nariz como en boca, muchos aromas de crianza, excelente bouquet en el final de boca y la sensación de que se encontraría en el mejor momento de su carrera.

La 2006, con una boca más expresiva que lo que me había anticipado en nariz, se destacó por el volumen, la fruta dulce, la nota caramelizada y un excelente  balance.
En la  2007, ya con una fruta más fresca aún y ácida, tanto en nariz como en boca, y mayor fluidez en esta última fase; si bien sigue la misma línea y mantiene la misma calidad, me animo a decir que esta añada posee una frescura que la diferencia levemente del resto de las muestras.

Y, por último, la recién salida 2008, que tiene de todo, especialmente mucha potencia, tanto en nariz como en boca, sin perder en ningún momento la elegancia; cualitativamente está uno o dos escalones por encima de los anteriores.
Algo importante, durante todo el tiempo los vinos ganaron en copa y, a pesar de los puntos a favor de la 2008, es realmente muy difícil poder elegir uno como el mejor. Si me preguntan cuál me gustaría abrir nuevamente hoy, sin lugar a dudas diría el 2005, y lo más interesante es que me doy cuenta de que hacia el mismo buen puerto van todos, excepto el 2008, que me animo a asegurar que llegará más lejos aún.

El motivo del salto cualitativo de la 2008 tiene que ver con que ese año una helada temprana sobre viñedos destinados a alta gama les jugó una mala pasada y no alcanzó la calidad para las líneas Single Vineyard y el Alto (tope de gama), por lo tanto esa fruta fue destinada para la línea inmediatamente inferior, el Alta Vista Malbec Terroir Selection 2008.

En lo personal, creo que esta cata dijo mucho y sigue confirmando que no es casualidad que sigan pasando los años y el TS nunca falle. Una vez más quedó demostrado sobre la mesa.

La consistencia del TS y el concepto con que se elabora tienen bastante para ampliar. Lo dejaré para una próxima entrega, estoy seguro de que valdrá la pena. 

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