“Encuentro Vinos de Autor 2011”

Entre el 31 de mayo y 1 de junio se realizó en M Buenos Aires – Samsung Studio el Encuentro de Vinos de Autor 2011, una feria de vinos orientada exclusivamente al Trade (vinotequeros, restauranters, somellieres, etc.). El encuentro fue una iniciativa de nueve distribuidores boutique, quienes se unieron para mostrar en forma conjunta las etiquetas de cada una de las bodegas que representan.

Como visitante, quiero destacar la buena organización del evento, desde el momento en que recibí mi invitación personal, hasta el servicio y atención por parte de los responsables de cada una de las bodegas.

Un detalle que me encantó: al ingresar ofrecían información impresa sobre los expositores, bodegas, breve reseña de las mismas y etiquetas disponibles para degustar, datos que me resultaron muy útiles al momento de mi recorrido.

Las bodegas sumaban treinta en total y mostraron buena parte de sus porfolios, de hecho quienes desearon tuvieron la posibilidad de probar vinos de alta gama como Yacochuya, Chacra, A Lisa, Cobos, Judas Malbec de Sottano, Brioso de Susana Balbo, El Porvenir, entre otros.

Si bien eran cerca de doscientas las etiquetas disponibles para degustar, por mi parte probé sólo unas pocas que les comentaré a continuación:

Dos blancos que me agradaron, a pesar de que eran añada 2010: el primero, una fija, el Punto Final Sauvignon Blanc 2010 ($ 49) de Bodega Renacer (Mendoza), el origen chileno (Valle de Casablanca) de este SB marca la diferencia, expresivo, notas frutales dulces y excelente acidez; ya en otro segmento el Crios Torrontés 2010 ($ 55), elegante con ciertas notas que me gustan y me recuerdan a ensalada de frutas y orégano, buen volumen en boca, ubicado en la misma franja de precio donde actualmente se encuentran varios clásicos, éste no tiene nada que envidiarles.

Tintos jóvenes frutales, frescos, de precio moderado y con esa nota dulzona que me gusta: Lamadrid Clásico Bonarda ($ 46) y Clásico Malbec ($ 46) de Lamadrid Estate Wines, conducida por Héctor Durigutti, que además de estar presente con Lamadrid, también se encontraba mostrando el proyecto Durigutti WineMakers que lleva adelante junto a su hermano Pablo. De esta segunda bodega probé una etiqueta nueva que me gustó: el Durigutti Clásico Cabernet Sauvignon 2009 ($ 59).

Otro tinto que atrae desde su nariz intensa, también de fruta madura dulce especiada y con mucho tostado, es el Crios Syrah Bonarda 2008 ($ 63), en boca muy fácil, de paso quizás algo corto para su segmento, pero con poder para seducir a un público masivo.

También se encontraba presente una bodega de mis preferidas. Sé que suena reiterativo pero nunca dejo de probar y mencionar los vinos de Riglos, me encantan sus tres etiquetas, potencia, elegancia y nitidez; la combinación perfecta de Tupungato, la mano de “El Pulqui” Rodriguez Villa y la mirada de Paul Hobbs.

Cambiando de región mendocina, probé algo de Algodón Wine Estates (San Rafael). El Malbec no me llamó mucho la atención, pero el Pinot Noir 2008 ($ 68) sí: a pesar de que se le siente considerablemente el aporte del roble, es muy atractivo y en boca se mostró franco y con un recorrido sostenido; pequeño “gran” detalle, los asesora Marcelo Pelleriti.

Por recomendación del amigo Santos Beck, quien también se encontraba como visitante, me acerqué a probar los vinos Del Río Elorza (Alto Valle de Río Negro); poseen dos líneas, de precios no exagerados, de las que pude degustar un lindo blanco, el Verum Patagonia Chardonnay 2010($ 59) y el Verum Patagonia Merlot Reserva 2007($ 85), este último muy profundo y complejo en aromas, frutas maduras, crianza, y su paso por boca me deja la sensación de que seguirá evolucionando muy bien. Otra bodega joven con viñedos de seis años controlados por el agrónomo Marcelo Cazzasa (muy reconocido por su constante trabajo en diversas regiones de nuestro país y del mundo) y asesorada enológicamente por Alberto Antonini; otra bodega más para empezar a prestarle atención.

Representando a Manos Negras, se encontraba Jorge Graziani (El Garage de Aldo), con quien disfruté de la charla y del Manos Negras Pinot Noir 2008, hasta el momento el que más me gusta de los tres vinos que tiene en nuestro país Jeff Mausbach.

Más charlas

Quien la conoce sabe muy bien a qué me refiero cuando hablo acerca del carisma de Brigitte de Carinae. Con la misma amabilidad con que suele recibirte en su bodega, aquí servía personalmente sus vinos a quienes se acercaban a su stand; cuánto entusiasmo transmitía en cada copa. Charlamos sobre sus vinos y su querida Maipú, una región que actualmente no se la tiene tan presente como a otras zonas de mayor altura, como puede ser Valle de Uco, pero allí están ellos, siempre junto a Eno-Rolland, para obtener lo mejor de esos viñedos que ya tienen más de ochenta años de historia. Brigitte en todo momento elogió al equipo de Michel Rolland, especialmente destacó la labor y humildad de Gabriela Celeste. 

De sus vinos probé el Carinae Cuvee Brigitte 2009 ($ 67), un corte malbec/cabernet que antiguamente era llamado Octans, y el Carinae Reserva Syrah 2007 ($ 118), con buen largo de boca, agradable paso, recuerdo a aromas terciarios y fruta pasificada.

Hablando de Gabriela, ella también estaba presente en el evento, ya que Eno-Rolland, además de a Carinae, también asesora a Tierra Mayor (San Juan), otro de los expositores.

Murmullos

Fueron muchos los vinos que no alcancé a probar, pero algunos hicieron bastante ruido. Como siempre escuché elogios para los Bramare en general o para los de Tacuil; otra de las revelaciones, Finca Decero, en donde sólo probé su Petit Verdot Remolinos ($ 145); son de un precio considerable, pero creo que es otra bodega para empezar a prestarle atención, ubicada en Agrelo, con viñedos jóvenes y asesorados por Paul Hobbs.

Decidí despedirme con algo tan sencillo pero tan interesante al mismo tiempo, hago referencia al Familia Cecchín Espumante Dulce Natural ($ 50); necesitó sólo una fermentación para ser vino y espumante, un moscatel dulce y con notas secundarias muy presentes, realmente una champaña de estilo único, elaborada por Alberto Cecchín de una manera que actualmente ya nadie practica.

Para ir cerrando, quiero dejar mi humilde opinión sobre este evento y destacar lo más importante que se resume en una sola palabra: unión. Hace algunos años hubiera sido impensado que bodegas o distribuidoras, quizás competidoras entre sí, se asociaran para hacer una actividad en conjunto; hoy por suerte la hicieron, y el resultado fue sumamente positivo, tanto para los expositores como para los visitantes. Espero volver a encontrarlos en la 2012, y muchas felicitaciones a todos los responsables.

Gracias a Ana de Paixao Diálogo & Medios por las fotos y la atención.
Foto 3 Gabriela Celeste junto a Héctor Durigutti