Hace unos días, cuando se realizó el “El Desafío de los Enólogos Mar del Catas 2011”, sobre el cierre Alejandro Vigil dijo unas palabras a los presentes. Porque me gustó la franqueza de su discurso, quiero rescatar dos de sus ideas y compartirlas aquí con ustedes.
La primera de ella se refiere al hecho de que, cuando se disfruta de un vino, conocer a quienes trabajaron en él, su gente, su historia, su filosofía, ayuda a encontrar un placer diferente que no necesariamente es el que entrega por su calidad. Estoy ciento por ciento de acuerdo . Hace unos diez años que estoy bastante involucrado en el tema y me da un enorme placer tomar vino, descubrir nuevas etiquetas, llegar a sus enólogos y conocer historias individuales que no se te borran nunca de la mente, como una película que te llega al corazón.
Puedo asegurarles que la sensación es otra cuando uno se encuentra en un lugar donde, además de disfrutar de un vino, es posible conocer esa película, es como descubrir otra dimensión. Efectivamente se siente, se percibe, pero es difícil ponerle calificativos o escala numérica, tal como puede pasar con el aprecio, la bondad, el amor, la admiración, la generosidad, que sólo puede sentirlos aquel que los recibe. Entonces, ¿cómo hacer para describir esa experiencia con rígidas palabras o fríos números?
Quien haya visitado una bodega, disfrutado de la intimidad de una copa de vino junto a una barrica, caminado la paz de un viñedo, o compartido un vino junto a su hacedor, creo que sabe de qué estoy hablando.
Miro para atrás y son muchas las etiquetas que por un motivo u otro me permiten entrar y encontrarme en esa otra dimensión.
Repasando mi presente, el ejemplo más claro lo representa Matías Michelini y sus recientes proyectos personales (Passionate, Zorzal, Tupún). Conocer cada una de esas historias, ver crecer cada uno de esos vinos, poder comunicarlo y compartirlo, les puedo asegurar que es un generador importante de sensaciones, cuyo funcionamiento es tan simple como vivirlo, disfrutarlo y saber transmitirlo.
La otra idea relevante de Alejandro aquella noche fue acerca de que tenemos que acercar más gente al vino. Quienes lo bebemos debemos difundir su cultura, intentar que cada vez más gente se acerque, no ser mezquino en compartir nuestro conocimiento y nuestras experiencias, porque todo suma. Tenemos que hacer una gran película para que nadie con sensibilidad en este mundo se quede afuera de ella.
Reviví las palabras de Alejandro Vigil en Mar del Catas 2011 haciendo click AQUÍ.
Gracias Noemí de RumboVino por la hermosa ilustración.
Hola Musu, definitivamente has puesto en estas líneas gran parte de nuestra forma de pensar y vivir el vino. Sin lugar a dudas es más que una bebida en sí misma, ya que representa muchas cosas más, que describiste perfectamente. Y eso, justamente eso, es lo que cuesta hacer llegar al consumidor. En parte es tarea de los que lo comunicamos desde diferentes lugares y maneras! Luego, hay otra parte más complicada que compete a las propias bodegas, que muchas veces se cierran y no permiten acceder a lo esencial, el alma del vino. Un gran saludo y felicitaciones.
ResponderEliminarMuy Bueno Musu!!! Comparto lo que escribiste, así es, hay que conocer el lugar y la gente que pone su esfuerzo en el vino para tener una visión mas plena del mismo. Por ello en mi blog no critico vinos, entiendo que para los enólogos un vino es como un hijo y que a mi no me guste es algo muy subjetivo.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias Andrès y Fabi por los comentarios.
ResponderEliminarCoincido en la opiniòn sobre "que las bodegas a vecs se cierran..."
Nosotros a no aflojarle y seguir labu/disfrutando!!
saludos
musu
Hola Fer:
ResponderEliminarExcelente comentario. Como soy un fanático visitador de bodegas, viñedos y conocedor de su gente, coincido plenamente con lo que expresó Alejandro VIGIL en esa reunión.A mi manera, trato de difundir estos valores, homenajeando siempre a los que hacen los vinos que tomamos.
Gracias Willie. Me consta todo lo que decís.
ResponderEliminarsaludos.
musu!!