lunes, 17 de septiembre de 2012

“Lupa Bloguera” (3º Caso: Cabernet Franc)


En esta nueva “Lupa Bloguera”, junto a “Los Blogueros del Vino” decidimos que le tocara el turno al Cabernet Franc (CF). 





Variedad de uva de origen francés, más precisamente de Burdeos, donde estilan utilizarla para los vinos de la región, escoltando, en los longevos blend, al Cabernet Sauvignon y al Merlot.

Si hacemos foco en nuestra geografía, su cultivo fue creciendo año a año, y podemos encontrar cada vez más varietales elaborados con la misma tanto en la Patagonia, como en Mendoza, La Pampa o San Juan. De esta última provincia fue el elegido por mí, más precisamente de la zona de Caucete. Se trata del Kaufman Cabernet Franc 2008 Reservado, y tiene la particularidad de que fue uno de los primeros CF que conocí, hace no menos de ocho años, época en la que era poco o nada habitual toparse con un vino de esta cepa.

Pese a que no es frecuente encontrar los vinos de Kaufman en las góndolas, esta vez pude adquirir mi muestra en Jumbo Caballito, a un costo de $ 50 (para que tengan una idea de producción, en la contraetiqueta declara que se elaboraron 19.000 botellas).


Luego de degustarlo, puedo decir que su nariz me resultó de intensidad aromática media, tirando a baja; sus notas más cercanas a frutas en mermelada, con un recuerdo a cerezas. En boca, sus aromas y expresión levantaron un poco más; de taninos dulces, lo que lo hace más ameno para beber. Aunque a mi criterio el alcohol estaba un tanto presente, al resto de mi familia, que también disfrutó del mismo, no le resultó así, sino todo lo contrario. Sus aromas de boca también me recordaban al de hierbas secas, más algún especiado en el recuerdo, que le aportó persistencia final y un largo de boca tirando a medio.

En la última década, probé esta etiqueta en algunas oportunidades, y creo que siempre se mantuvo en el mismo nivel: en el de cumplir con lo que uno puede esperar en un sanjuanino de ese segmento, sin destacarse por sofisticado ni muy complejo, y efectivamente ofrecer un tono diferente desde el varietal, que bastante tiempo atrás era un valor agregado que lo diferenciaba ampliamente del resto. Hoy, por la oferta encontrada, quizás ya no sea tan así.

Pienso en los diferentes CF que hay en el mercado y en general me resultan atractivos. Son pocos en relación con otras cepas, pero los hay para todos los bolsillos. Para nombrar sólo algunos, se me ocurre mencionar el Aguma Cabernet Franc ($ 28), el pampeano 25/5 Cabernet Franc 2009 ($ 49), el nuevo Melipal Cabernet Franc 2009 ($ 79), el Saint Felicien Cabernet Franc 2008 ($ 90), el Angélica Zapata Cabernet Franc 2006 ($ 170), o el Achaval Ferrer Cabernet Franc 2005 ($ 280), pero la lista continúa, y todos suelen ofrecer calidad entre buena y excelente.

Como notarán hasta aquí, todo positivo. Pese a ello, creo que donde más se debe explotar esta variedad es en los cortes. En nuestro país, los consumidores siguen pensando en “varietal”, y quizás por eso los productores, al momento de elaborar sus vinos, opten por una sola uva, quitando la posibilidad de atractivo que pueden ofrecernos las mezclas. Pienso que en sociedad con el malbec, el cabernet o el merlot puede funcionar muy bien. Creo que, en pocos porcentajes, sus tonos a hierbas, herbáceos o mentolados pueden aportar interesantes pinceladas aromáticas. Seguramente un enólogo pueda ampliar sobre las posibilidades de esos matrimonios, pero lo mío es nada más que una opinión como consumidor, o tal vez más una expresión de deseo.

El resto de “Los Blogueros del Vino” también se acercaron a la góndola para buscar, catar y contar cómo les fue con sus respectivos CF.




A continuación, las notas de qué probó cada uno:

martes, 11 de septiembre de 2012

“Muy buena RPC para Los Pasos”

La franja de vinos de $ 20 a $ 30, en la cual todas las grandes bodegas tienen su representante, es muy competitiva. Por lo tanto, para destacarse allí, no queda otra alternativa que ofrecer calidad más que acorde; y no menor volumen para mostrar presencia, porque imagino que en este segmento de precios vender cantidad es la variable fundamental para que el producto sea exitoso comercialmente.

En este sentido, la buena noticia es que Bodega Séptima sacó una línea de vinos en los $ 25/botella (precio de góndola), y al menos el corte Malbec/Cabernet Sauvignon (Mal/CS), que tuve la posibilidad de probar, cumple con todos los requisitos para llegar a una mesa y gustar.

La nueva línea se llama Los Pasos, y cuenta, además del corte que mencioné, con un Chardonnay/Semillón y un Syrah/Tempranillo.

Los Pasos posee una etiqueta elegante. Cabe mencionar que el corte Mal/CS también viene presentado en 375 cc ($ 15), medida que me parece acertadísima tanto para locales gastronómicos como para aquellos hogares donde una botella les dura más de una ocasión.


En este segmento, muchos vinos usan como recurso impactar al consumidor desde la intensidad aromática y paladares tirando a dulce, aromas que intentan recordar al tostado de las barricas, que muchas veces rozan lo artificial, y que suelen desprenderse y, lo que es peor, perderse fácilmente. En cambio, en Los Pasos Mal/CS encontré un vino más concreto, más franco; de moderados aromas frutales, más algunos especiados; en boca, los mismos repiten con un ataque seco, y es redondo al mismo tiempo; sus componentes están equilibrados, y posee el largo de boca necesario para acompañar nuestros platos cotidianos.

Como valor agregado, desde la bodega también informan que las botellas son más livianas y las cajas son realizadas en un 50% con cartón reciclado, dos iniciativas que contribuyen al cuidado del medio ambiente. 

Para cerrar, creo que Los Pasos Malbec/Cabernet Sauvignon 2010 es una excelente alternativa para el segmento, como vino de todos los días. 



Me despido con un último comentario: como memorioso que soy, me queda la duda de por qué la bodega utilizó el mismo nombre, para su línea más baja, que el de aquella partida limitada de alta gama Malbec 2005, que tanto disfrutamos hace un par de años, y que algunos seguimos atesorando en nuestras cavas, con la esperanza, al menos hasta hoy, de una nueva añada.

domingo, 2 de septiembre de 2012

“Mimí Restaurant & Café en el Barrio de Belgrano”


Hace un par de sábados, luego de escuchar la recomendación del periodista gastronómico Maco Lucioni en el programa radial “Marcha y Sale”, decidí ir a cenar junto con mi señora a Mimí Restaurant & Café.



Al llegar nos encontramos con un salón pequeño y ambientado con muy buen gusto; ese tipo de lugares tranquilos en que se puede charlar sin elevar el volumen de la voz, en que su luz tenue acompaña, haciéndolo más ameno aún; y donde además nos hicieron sentir muy cómodos, porque desde que llegamos hasta que nos fuimos sus camareras siempre estuvieron atendiéndonos con una sonrisa. 

La cantidad de platos en la carta no era muy extensa, pero a pesar de ello buena parte de las opciones nos resultaron muy tentadoras. Por ejemplo, nosotros pedimos los siguientes platos:

Entradas: Mini provoleta con tomates confitados y hojas de rúcula – Salmón Gravlax con tostadas de pan multicereal.

Principales: Ravioles caseros de verdura con salsa de tomates frescos y albahaca – Plato del día: Risotto milanese (con ragú de ossobuco)

Postre: Cheesecake de maracujá.

Como suelo cocinar (y me gusta hacerlo), en los platos que pedí percibí esa frescura y cosa natural que uno suele lograr en su casa.

Con respecto a las opciones de vinos, ocurrió algo similar: sin ser demasiadas las alternativas, al menos para mí las buenas propuestas eran bastantes; variadas, de calidad y con precios razonables.

Nosotros pedimos un Manos Negras Malbec 2010, el Malbec de Altamira que elabora Alejandro “Colo” Sejanovich, cuyo costo en carta era de $ 84/botella, prácticamente lo mismo que cuesta en una vinoteca. Para agregar sobre esta 2010, me animo a decir que lo encontré más expresivo que las añadas anteriores (2008/2009).

Otras etiquetas que recuerdo en este momento son Ave Premium Malbec y Riserva de Ave Wines, Coquena Malbec de San Pedro de Yacochuya (Salta); dos pinot patagónicos, el Primogénito de Bodegas Patritti (San Patricio del Chañar) y Manos Negras (Añelo); el Punto Final Malbec de Bodega Renacer (Mendoza) y el Punto Final Sauvignon Blanc (Valle de Casablanca, Chile); también se encontraban las atractivas opciones de fortificados que ofrece la línea Malamado de Bodega Zuccardi, entre ellos estaba uno de mis preferidos, el Extra Dry. Si bien la lista seguía, notarán que las opciones eran variadas, de bodegas no masivas y que suelen privilegiar la calidad. Además de la diversidad, la selección de etiquetas tenía bastante equilibrio.

Ya sobre el final pudimos conversar con Diego Ramírez, titular de Mimí. Mientras nos invitaba con una copita del Malamado Viognier, nos comentó que si bien Mimí es un lugar relativamente joven, él viene con una experiencia gastronòmica nutrida ya que durante casi nueve años se desempeño como Manager de Bar Uriarte (Palermo) 
Tuve una charla bastante interesante con Diego sobre etiquetas de vinos, ahí terminé de comprobar de dónde provenía el buen criterio en la selección de las de su carta. 



Salimos de Mimí Restaurant & Cafè satisfechos con la calidad de los platos, con el servicio en general, y considerando que gastamos acorde a lo que disfrutamos.

Mimí Restaurant & Café se encuentra en Arcos 2023 en la zona de Belgrano y además funciona como cafetería.



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