martes, 28 de agosto de 2018

#RegionesDelVino "Valle de Calingasta"

Para una nueva movida de los Argentina Wine Bloggers, que se llama #RegionesDelvino, cada uno de los miembros eligió una zona vitivinícola de nuestro país para profundizar sobre ella.
Yo me incline por desarrollar una región de la cual bastante poco conocemos ya que no son muchos los vinos que podemos encontrar en el mercado. A pesar de ello, al finalizar la nota, creo que comprenderán el por qué de mi elección.
Escuché hablar por primera vez del Valle de Calingasta cuando Francisco Pancho Bugallo y Sebastián Zuccardi, a través del proyecto Cara Sur, llegaron al mercado en el 2013 con una serie de vinos bastantes especiales, sobre todo para esa época, con el claro objetivo de recuperar antiguas viñas de la región.
Desde aquel momento y hasta ahora tenemos el placer de disfrutar de ese pequeño proyecto a través de Bonardas, Criollas y Moscatel provenientes de viñas de 50, 60 y hasta 80 años.
En los años noventa y con motivo de un estímulo impositivo en la provincia de San Juan se dio la llegada de varios proyectos nuevos, básicamente de frutales, dentro de los cuales su gran mayoría eran nogales.
Por una cuestión de mal asesoramiento, improvisación y poco conocimiento de la zona, el cultivo de estos últimos no prosperó y fracasaron. Algunos de aquellos inversores se inclinaron por el cultivo de la vid y, lógicamente, plantaron las variedades tintas más demandadas por el consumidor en los últimos años con el Malbec a la cabeza. También Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Cabernet Franc.
Esas son las cepas que tienen cultivadas en el proyecto vitivinícola inmobiliario Cuuna, con quienes tuve oportunidad de entrevistarme hace algunas semanas atrás.
Es la segunda vez que me encuentro con dos de los socios y titulares de Cuuna, Miguel Di Gennaro y Beto Incerti. La primera fue hace más de una año para probar el resultado de las primeras vinificaciones de esta "nueva viticultura" de la región.
De este reciente encuentro también participó Pancho Bugallo, quien los asesora en la finca desde sus comienzos, y a quien todos ya conocemos de Cara Sur como les comentaba más arriba.




De hecho fue en su pequeña bodega ubicada en Barreal donde se vinificó el cabernet sauvignon y el malbec que degustamos y detallaré más adelante.
El Valle de Calingasta, con una altura que va de los 1400 a los 1700 msnm, junto con Iglesias, son los dos departamentos que se encuentran al oeste de la provincia de San Juan.



El primero más al sur y ubicado entre la cordillera frontal y la pre-cordillera, es el departamento más grande que tiene la provincia, el nombre del proyecto precisamente nace de esa particular ubicación entre ambas cadenas montañosas con picos de más de 6000 msnm.



Al sur limita con la localidad de Uspallata, provincia de Mendoza, y la conforman tres localidades: Barreal, Tamberías y Calingasta.
Barreal y Calingasta además ya son Indicaciones Geográficas (IG). 

En el paraje La Puntilla, ubicado entre Tambería y Barreal, es donde se encuentra la finca de donde salieron los vinos que eligió Pancho para que probemos ya que según él son los más representativos de la región.


El proyecto cuenta con cuatro fincas más que en total suman más de 500 hectáreas que están distribuidas a lo largo del Valle con una gran diversidad de suelos y microclimas.
Las mismas son Finca Cahuak, en el paraje de La Puntilla, que cuenta con 50 hectáreas de vid, incrementando la superficie año a año, Finca Nocce, también en el paraje la Puntilla, pero en la parte alta, Finca Los Piuquenes en la localidad de Tamberías donde además se implantan los viveros propios; y Finca El Castaño en el paraje de Villa Nueva al norte del departamento.
El Valle de Calingasta es un valle longitudinal que esta surcado por dos ríos principales y uno secundario. La principal cuenca es la del Río Los Patos, que corre de sur a norte y riega las localidades de Barreal, Tamberias y parte del Alto Calingasta.
Luego el Río Castaño que corre de norte a sur y riega los parajes de Villa Nueva, Puchuzum, Villa Corral y el Morado. Del Oeste baja el Río Calingasta, pasando por Barrealito y regando una parte de la Villa de Calingasta.
Es en la localidad de Calingasta donde los tres ríos mencionados se juntan y forman el Río San Juan.

Actualmente la zona cultivada del Valle de Calingasta se encuentra en los márgenes de estos tres ríos y los suelos son principalmente de origen aluvial, con materiales arrastrados por los ríos de diferentes rincones de la Cordillera.
En los parajes que se encuentran en la margen derecha del Río Los Patos se pueden diferenciar algunas terrazas formadas con material de pre-cordillera que fue depositado sobre las terrazas aluviales, este es el caso de algunas parcelas del paraje de Hilario, donde Cara Sur trabaja viñas viejas de Criolla Chica, Torrontés Sanjuanino, Moscateles, etc.
Hilario es hoy el paraje donde se resguarda el patrimonio vitivinícola del Valle de Calingasta con parras de más de 80 años y unas 20 variedades criollas.
Es un valle con muy poca presencia de plagas por estar aislado geográficamente, por su bajo nivel de humedad y de precipitaciones, y por los fríos y secos inviernos. En la mayoría de los cultivos no se realiza más de una curación y en muchos casos se trabaja en forma orgánica y natural. 

Es uno de los Valles con mayor amplitud térmica del país lo que define frutas con gran intensidad aromática y mucho color. 

Estas altas temperaturas durante el día sumadas a la alta insolación de los valles de altura, acorta los ciclos, siendo una zona temprana en comparación con otros valles altos que son mas frescos o más húmedos, producto de la menor insolación.
Las precipitaciones medias anuales del Valle de Calingasta no superan los 50 mm, por lo que todos los viñedos son bajo riego. El agua es uno de los tesoros más importantes del Valle siendo distribuida en su totalidad por un viejo sistema de canales y acequias.
La cosecha temprana con uvas maduras y con buena acidez dan una ventaja agronómica muy grande ya que vinos que con rendimientos medios pueden alcanzar una buena concentración sin resignar acidez.
Inclusive el anticipo en el momento de cosecha colabora a que el vino cuyo destino será Mendoza pueda ingresar a la bodega antes que la propia cosecha del lugar. El Malbec 2018 que probamos se cosechó a principios de marzo.

Les comentaba que en esta oportunidad probamos dos vinos 2018 provenientes de una de las fincas ubicadas en La Puntilla, plantada en el 2015, un Cabernet Sauvignon que se estaba criando en barrica, de paso fluido y amable en boca, no habitual para una instancia tan temprana, especiado, de un perfil bien fresco, y a pesar de todo ello sin rastros de verdes.
En cambio el Malbec tiene un perfil mucho más concentrado y a la vista ya su profundidad y sus destellos azulados impactaban, en boca pura potencia frutal que va a la par de una destacada acidez, esta última el atributo principal que me anticipa el futuro de este vino y habla claramente del potencial de la región.
Pero no es el primer Malbec que tengo oportunidad de cruzarme porque el año pasado tuve el lujo de probar muestras crudas de Malbec de los diferentes valles de San Juan en una cata que nos preparó Ignacio López, amigo y enólogo de Graffigna.
Fue una gran experiencia ver aquel día como Calingasta y El Perdenal claramente se despegaban por arriba del resto, con mucho puntos en común que nos recordaron al Valle de Uco. Los vinos de esta zona son fácilmente identificables hoy en día para la mayoría de nosotros.

Pancho aclara que las vinificaciones fueron en huevo de hormigón, con un 30% de escobajo, sin pisoneos, sin remontajes, ni delestage, solo mojar suavemente el sombrero para evitar la sobre extracción y no correr riesgos de que adquiera algún amargo del escobajo, de todas formas aclara que le gusta trabajar siempre con algo del mismo porque aporta estructura, algo de taninos y colabora a bajar un poco el PH de una manera natural.
El otro productor importante de uvas en la región se llama Roberto Toman, cuenta con 50 hectáreas plantadas entre Malbec y Cabernet Sauvignon. El destino de su producción también son algunas importantes bodegas de Mendoza y San Juan.
Volviendo a Cuuna podemos contar que también proveé uvas para algunas bodegas grandes como Graffigna y Nieto Senetiner, aunque lógicamente poca cantidad.
Además seguramente sea Don Doménico la bodega sanjuanina donde realizará sus elaboraciones en el futuro ya que este proyecto que, además de vitivinícola e inmobiliario, será productivo.



Sería muy injusto si sigo hablando del valle y no me detengo en el atractivo turístico del mismo, porque el circuito de Calingasta es más que ideal para aquellos que disfrutan del turismo aventura y sobre todo de la naturaleza en estado puro. 

Imaginen el recorrido de esos ríos, rodeados de la majestuosidad de la cordillera a ambos lados. Imponentes montañas, planicies interminables, cursos de agua azulina. Todo se combina en esta región entre pequeños y serenos poblados.



Para llegar desde la capital de la provincia son 220 km pavimentados, pero también se puede llegar desde la localidad de Uspallata en Mendoza, donde la distancia es de 100 km.
Desde hace pocos años, algunos consumidores, vamos dejando de hablar de "marcas o bodegas" para que los "lugares de la mano de sus hacedores" comiencen a tomar protagonismo entre nosotros, sin ir muy lejos un claro ejemplo puede ser El Pedernal, en el último tiempo haciéndose reconocido por su calidad, hoy ya encontrando el nombre de la región impreso sobre las etiquetas de algunos destacados alta gama.

Mi poca experiencia me da para pensar que el Valle de Calingasta puede seguir el mismo camino.
Será cuestión de tiempo mientras la producción va en crecimiento y nuestros profesionales con trabajo y dedicación van entendiendo cada vez mejor la zona para lograr la interpretación más pura de ella.

Ya llegará el día que empiecen a aparecer etiquetas que lucirán con orgullo la Indicación Geográfica Valle de Calingasta, mientras que nosotros empecemos a reconocerlo a ciegas, de igual manera como hoy lo hacemos con algunas sub-regiones del Valle de Uco.

Seguro faltaran muchos años para que llegue ese día pero disfrutemos mientras tanto juntos ese camino, en ese paisaje tan bello, que se hace por única vez, y que encima tenemos la fortuna de ser contemporáneos con el descubrimiento del mismo.



1 comentario:

  1. Que lindo es ver como nacen estas zonas que seguramente están destinadas a lucirse, poco a poco vamos diferenciando nuestras #RegionesDelVino.
    Abrazo Musu

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