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viernes, 3 de junio de 2016

#ElVinoEnVinotecas: Pain et Vin


En un mercado de vinos que en los últimos años fue creciendo vertiginosamente en variedad, calidad y volumen, como consumidor interesado en conocer y aprender, cada día valoro más la función de las vinotecas especializadas. Estos lugares suelen ser el primer punto donde, a partir de la degustación o recomendación, se puede concretar el acercamiento a las novedades. A ello también me gustaría sumar la relación que se va consolidando entre el vendedor y el cliente: el primero comienza a entender las preferencias y el gusto del segundo, y por eso puede sugerir y colaborar siempre a compras más inteligentes, disminuyendo el margen de error.




En el marco de la movida #ElVinoEnVinotecas, llevada adelante por #BloguerosEnSuTinto, quiero contarles sobre una de las vinotecas que suelo visitar. Se llama Pain et Vin; está ubicada en el corazón del Barrio de Palermo y cuenta con una variada selección de vinos, en su mayoría provenientes de pequeñas bodegas y partidas limitadas, lejos de las etiquetas masivas que pueden encontrarse en supermercados o en las típicas cadenas de vinotecas. Tan o más importante que su selección, es su conductora, Eleonora Jezzi Riglos, dueña y sommelier, una persona muy empapada en el tema. Si bien Paint et Vin abrió sus puertas hace tres años, desde el 2008 que “Ele” —como me gusta decirle— se desenvuelve en diferentes áreas de bodegas, restaurants y vinotecas, en donde adquirió nutrida experiencia, que hoy está a la vista en su proyecto propio.
Para que conozcan algo más a “Ele” y a Pain et Vin, me acerqué a su vinoteca y ella en persona me respondió algunas preguntas:
Yo conozco más a fondo Paint et Vin Vinoteca, pero ¿con qué se pueden deleitar quienes se acerquen y deseen quedarse en el salón, además de ricos vinos?
Abrimos un lugar en el que tuviéramos ganas de quedarnos y de volver. Los vinos que ofrecemos por copa no son producto de tratos con bodegas; abrimos varias gamas y varios tipos de vino por día, seleccionados por nosotros y siempre diferentes. Tenemos la convicción de que la única manera de comunicar estos vinos es descorchando y compartiendo. Podés comprar una botella, tomar la mitad y llevarla. Podes hacer flights (tres medias copas siguiendo diversos criterios, por ej., tres malbec de diferente región o subzona). Esto lo acompañamos con tablas de quesos (individual, para compartir y grande) o variedad de sándwiches y ensaladas, en las que claramente otra vez el pan es el protagonista de la carta.




Por la ubicación, imagino que deben visitarlos un alto porcentaje de turismo
El 75% es turista o “expat”, es decir, personas que son del exterior, pero viven y trabajan en Buenos Aires. Vale destacar que gran parte de ese público llegó por el pan que elaboramos, que es de fermento natural y a leña, único en Buenos Aires.


¿Hacen degustaciones y con qué frecuencia?
Hacemos degustaciones privadas con reserva generalmente a personas del extranjero que están viajando y quieren probar un poco de nosotros a través del vino. También, eventualmente, por alguna reunión de amigos, cumpleaños, etcétera. En cuanto a las degustaciones al público, la mayoría son presentaciones de bodegas cada dos semanas, sin día fijo. Otras veces armamos catas más reducidas; por ejemplo, algo especial como puede ser una vertical, no se puede abrir a todo el mundo, y nos gusta llamarla “la mesa chica”. También hacemos la “Escuela de Vinos”, que es a ciegas y por cuatro encuentros, tanto en castellano como en inglés, nivel 1 y nivel 2.


¿Qué figuras del mundo del vino pasaron por tu vinoteca?
Muchos. Enólogos, gerentes de bodegas, sommeliers. ¿Hay que nombrar? (risas). No quiero. Entre otros, Matías Michelini, Juanma de De Ángeles, Thibault de Lurton, los Rolland, Ernesto Catena...
¿Cómo definís la selección de etiquetas que comercializás?
Vendemos los vinos que nos gustan. Se nota fuerte la mano en la selección. Creo que la sommellerie es en cierto modo una curaduría. Claro que queremos vender, pero no cualquier cosa. Nos gustan los proyectos por sus vinos, claramente, pero también por la gente que los hace, por sus historias, sus anécdotas, porque son auténticos, porque representan el lugar en el que nacen, etcétera. Mantenemos una góndola pequeña donde quien se acerca puede comprar y beber a precio vinoteca, con un mínimo descorche (que no cobramos a los locales), donde el consejo o asesoramiento es bienvenido y hasta necesario. No tenemos vinos que haya en un supermercado.
Entiendo que es una pregunta difícil, Pero ¿podrías elegir cuatro o cinco productores de vinos y darme un motivo por el cual elegiste a cada uno?
De Ángeles, primero; por todo lo que enumeré anteriormente referido a historia, apuesta y, sobre todo, nobleza. También reivindico a Michel Rolland, “a muerte”, por haber apostado y traído a los franceses, y armar esa locura que es el Clos. A los “Miche”, por su audacia y por refundar Tupungato. A Bonomi, porque me emociona todo lo que dice y hace. A los Zuccardi, por creer en el país, y a sus hijos, que están revolucionando nuestra historia del vino.

Vinoteca Pain et Vin
Responsables: Ohad Weiner cheff // Eleonora Jezzi y Pablo Mayaud Maisonneuve somms.
Dirección: Gorriti 5132 (Palermo/CABA)
Teléfono: 4832-5654
Horarios: martes a sábado de 12 a 22 hs / domingo de 12 a 19 hs
Mail: info@pain-et-vin.com
Redes sociales:@painetvin // Instagram ídem // Facebook Pain et Vin Buenos Aires





domingo, 8 de marzo de 2015

“Hoy el vino lo recomiendan ellas: las mujeres del vino”

Este 8 de marzo, en nuestro blog, los vinos los eligen ellas: las “mujeres del vino”. 

Todas, día a día, trabajan relacionadas al “mundo del vino”, desenvolviéndose en diversas áreas; algunas, desde hace ya bastantes años, son muy reconocidas y han perfilado sus carreras de manera exitosa. 


Es un honor para mí que hayan aceptado mi propuesta, la de recomendarme entre dos y tres etiquetas cada una, para compartirlas aquí con ustedes. Mi pedido inicial fue un tinto y otro/s que no sea/n tinto.

Debo destacar que cuando les pedí que me hicieran las recomendaciones, la mayoría se mostró interesada no sólo en mencionar, sino también en ampliar y justificar el porqué de su elección. Lógicamente, de haber aceptado, se hubiera hecho muy extenso el texto, y francamente la idea original era la recomendación libre, espontánea y sin rango específico de precio; sobre todo teniendo en cuenta que en nuestro país hay centenares de vinos excelentes y que resulta difícil tener que elegir apenas entre dos o tres.


A continuación, los recomendados por ellas (el número que se encuentra entre paréntesis indica la cantidad de veces que fueron elegidos):


Blancos:

Agua de Roca Sauvignon Blanc 2014 (PassionateWine)
Bacán Sauvignon Blanc Reserva 2013 (4 votos)
Barroco Viognier 2012 (de David Bonomi y para Roberto Romano) (4 votos)
Blanc de Alba 2014
Finca Sophenia Synthesis Sauvignon Blanc (2 votos) 
Laborum Chardonnay (Bodega El Porvenir de los Andes)
Lágrima Canela 2011 (de Walter Bressia)  (2 votos) 
Lindaflor Chardonnay 2012 y 2013
Mendel Semillón 2013
Mythic Chardonnay/Viogner 2013
Old Vineyards Riesling de Humberto Canale 
Pulcu Reserva Chardonnay 2013 (Bodega Tierra Inti y por David Bonomi) (2 votos)
RD Sauvignon Blanc 2013 de (Bodega Tacuil) (3 votos)
Rutini Gewürztraminer
Zorzal Eggo Blanc de Cal Sauvignon Blanc 2013(Zorzal Wines) (2 votos)




Rosados:

505 Vineyards Rosé Malbec 2014 (Bodega Casarena)
Carmela Benegas Rosé 2014 (2 votos)
The Apple Doesn't Fall Far from The Tree Rosé 2014 (de Matías Riccetelli)


Tintos:
Achaval Ferrer Finca Altamira 2010
Altocedro La Consulta Select Blend 2011
Atamisque Assemblage 2009
Barda Pinot Noir 2012 
Bramare Marchiori Vineyard Cabernet Sauvignon 2011
Caelum Gran Reserva Pinot Noir 2012
Cara Sur Criolla 2014
Chaman Red Blend
Colosso Malbec Vicentin
Dedicado Finca Flichman Grand Vineyards 
Diego Rosso Pinot Noir 2008
Durigutti Cabernet Franc Reserva 2011 
DV Catena Vineyard Desiganted La Pirámide, Cabernet Sauvignon 2010
El Joven Equilibrista Malbec 2013 (de Juan Ubaldini)
Emma Zuccardi 2012
Gran Vin de Cuvelier
Las Perdices Ala Colorada Cabernet Franc 2012
Luigi Bosca de Sangre Blend
Malbec de Angeles 2010
Manos Negras Pinot Noir Red Soli 2010
Montesco Punta Negra Pinot Noir 2013
Nanni Reserva Shiraz 2011
Noemia Malbec 2011
Otra Piel 2013 (de la Bodega Gen del Alma - Andrea Muffato & Gerardo Michelini) (3 votos)
Patrimonio Malbec 2009 de Bodega Budeguer
Per Se La Craie Red Blend 2012 (Del Popolo & Bonomi)
Perfumes del YOKAVIL Cabernet Sauvignon 2007 
Punta Corral 2011 (Fernando Dupont) 
Reserva Humanao 2010
San Pedro de Yacochuya Malbec 2012 
Serbal Malbec 2014 (Bodega Atamisque)
Serbal Assemblage (Bodega Atamisque)
Sottano Reserva Cabernet Sauvignon 2011
Teho El Corte 
Urraca Cabernet Sauvignon 2009
Val de Flores 2008
Vida y Alma Gran Corte 
Vida y Alma Malbec 2012
Viña Vida Luxury Business Class Malbec 2011
Zuccardi Aluvional Vistaflores Malbec 2012





Espumantes:
Alambrado Extra Brut
Bapteme Brut Rosé (2 votos)
Bapteme Extra Brut Método Tradicional 
Espumante Blanc de Noir de Margot



Dulce:

Torrontés Tardío Premium de Bodega Syros (Valle de Bermejo, La Rioja)
El 80% de las etiquetas alguna vez las probé; coincido plenamente en que todas son recomendables.


Algunos puntos para destacar:

Hay vinos de todos los precios, desde $ 70 hasta más de $ 1.000 la botella, es decir, no necesariamente las chicas se tuvieron que enfocar en los más caros al momento de elegir. 
Buena parte de las elecciones pertenecen a “bodegas boutique”, es decir, no precisamente se tuvieron en cuenta las marcas más masivas y reconocidas por el consumidor en general.
Entre los tintos elegidos, el malbec no fue mayoría; a pesar de que, como todos sabemos, es la cepa número uno cómoda, elegida por los consumidores al decidir la compra.
Aunque muy pocas se inclinaron por votar espumantes, llama la atención que Bapteme haya tenido tres dentro de los cinco votados. Aún no lo probé, pero tengo entendido que en este nuevo proyecto cuenta con la asesoría de una de las personalidades que mas conoce en elaboración Champenoise de nuestro país.




A continuación los nombres y funciones de las mujeres responsables de tan nutrida y entretenida selección:

Agustina de Alba (Sommelier en Aramburu Resto y Docente en la Escuela Argentina de Sommeliers)
Andrea Mufatto (Enòloga en Gen del Alma)
Andrea Núñez (Sommelier y ventas en Catena Zapata)
Carola Tizio (Ingeniera Agrónoma y enóloga encargada del viñedo y de la producción en Bodega Vicentin)
Catalina Uriburu (Distribuidora Altair y Ozono Drinks)
Celeste González (Sommelier y ventas en Vinoteca Frappe)
Constanza Fernández (Sommelier - ONIA.com.ar) 
Elena Amigo (Sommelier en Consultora Umami)
Eleonora Jezzi Riglos (Owner and Founder en Pain et Vin Buenos Aires)
Elizabeth Chiderski (Sommelier)
Emilia Saravia (Representante Comercial en Buenos Aires de Bodega Finca Humanao)
Flavia Rizzuto (Rectora en CAVE-Centro Argentino de Vinos y Espirituosas)
Florencia Degreef (Sommelier de SieteSpirits)
Florencia Rampoldi (Coordinadora de sommeliers en la Agencia 3 Bayas)
Gabriela Celeste (Enóloga y Directora en Eno Rolland /Asesoramiento y Laboratorio)
Inés González (Inés González Comunicación Corporativa)
Julieta Quindimil (Organizadora Bahía Top Tasting - Directora en Saber Beber Consultora)
Laura Sotelo (Brand Ambassador en Famila Zuccardi)
María Laura Ortiz (Sommelier en la Consultora Winifera y Vice Presidente en la Asociación Argentina de Sommeliers)
María Lourdes Coscarelli (Sommelier en Paraje Arevalo)
Mariana Bergutz (Sommelier y además escribe en las revistas Bebidas & Cía. y Estilo Punta –Uruguay–, y en ventas en Bodega Selección)
Mariela Invernizzi (Socia y Gerente en Bar du Marché Palermo)
Marina Ponzi (Directora en Buenos Aires Food Week y Agencia Nopal)
Maya García (Embajadora y Ventas Mercado Interno Manos Negras/ Bodega Teho/ Tinto Negro/ Anko) 
Natali Di Meglio (Sommelier, Comunicación & Imagen en Baco Club)
Natalia Beneitez (Sommelier y Asesora de Vinos Barroco)
Noelia Papa (Socia en Ozono Drinks Vinoteca y Representaciones)
Patricia Courtois (Chef en Rogelia Restaurant y en Le Bistrot-Alianza Francesa)
Silvia Ramos de Barton (Representante en Argentina en Aroma Master y Directora en Blog de Vinos de Argentina)
Victoria Beleniski (Sommelier y Titular en Fulanos Wines)
Xaviera Cosin (Sommelier en Trova Bar de Vinos)

Muchas gracias a todas!! 

Y Feliz Día de la Mujer tanto para las que trabajan en vinos como para aquellas que sólo lo disfrutan al tomarlo.


Foto 1 Eleonora Jezzi Riglos en su Pain et Vin(Palermo)
Foto 2 Elena Amigo previo al comienzo de Vinos de Lujo en el Alvear.



viernes, 9 de enero de 2015

“El Pajarito Amichu ya vuela solo”


Recientemente probé la nueva cosecha 2013 de
Pajarito Amichu. Es el tercer año que sigo de cerca esta etiqueta de partida limitada, de apenas 1.300 botellas, elaborada por Sergio Casé. Al igual que en las añadas anteriores, me encuentro con un tinto de cuerpo medio, con una fruta roja tirando a negra, proveniente de su componente principal, el malbec (62%), y un punto de maduración avanzado y bien atractivo. El resto de los componentes de este blend, cofermentación de cabernet sauvignon, cabernet franc y un toque de viognier, sumados a los 10 meses de crianza en francés, aportan tonos distintivos como suaves herbáceos y un interesante bouquet más relacionado al aporte del roble.

A diferencia de las añadas anteriores, creo que desde el primer momento la intensidad frutal es mayor: este “trece” despierta rápidamente en aromas. En boca encuentro su mayor atributo, porque tiende a fluir, dejando largo y grato recuerdo una vez bebido. Es de taninos bien pulidos, y a pesar de que hablamos de una fruta madura, en boca su ataque es seco, fresco y su paso es sumamente equilibrado. Resulta muy disfrutable hoy, y todo me indica que en uno o dos años todos los atributos mencionados seguirán resaltándose.
Al menos en esta instancia, sugiero que la temperatura de servicio sea la correcta (16 a 17 grados), dado que si es mayor puede llegar a sobresalir levemente el alcohol, pero nada que impida el pleno disfrute.

Sergio Casé es conocido por ser el enólogo responsable de elaborar los vinos de alta gama en una de las bodegas más importantes de nuestro país, pero hoy es su proyecto personal, como se suele decir “el de garaje”, el que nos convoca a hablar de él. A pesar de que, por su limitado stock, Pajarito Amichu es sin dudas una etiqueta de “nicho”, que algunos pocos podrán conocer, ya tomó vuelo propio, y al menos para mí se hizo su lugarcito entre los vinos que espero con ansias año tras año.

sábado, 24 de mayo de 2014

"Mega Degustación Anual 2014 de Ozono Drinks"



El próximo lunes 2 y martes 3 de junio, Ozono Drinks (OZ) realizará su primera feria de vinos en la que no sólo se podrán degustar las etiquetas de todas las bodegas que representa la distribuidora, sino además estarán presentes los enólogos de cada una de ellas: Matías Michelini, por Passionate Wine; David Bonomi, por Tierra Inti; Luis Reginato, por Chaman Wines & Reginato Espumantes; Ariel Angelini, por Tupun; Francisco Bugallo, por Cara Sur y Gerardo Michelini, por Gene de Alma. La última de estas bodegas hasta ahora cuenta con sólo dos vinos de corte muy interesante; se trata de la reciente incorporación del porfolio de OZ. Será buena oportunidad para conocerlos ya que aún no salieron a la venta. Pero las novedades no terminan ahí. Luego de charlar con algunos de los profesionales que estarán presentes, tengo entendido que todos vendrán con primicias para compartir.



El evento se realizará en el salón/terraza de la Vinoteca "Lo de Joaquín Alberdi"(Borges 1772, Palermo), el lunes de 17 a 22 hs y el martes de 16 a 21 hs. Habrá picada de "Fiambrería Taninos" para acompañar los vinos y el costo de la entrada es $ 280 por persona. Las entradas se encuentran a la venta en Ozono Drinks (Parque Patricios), en Lo de Joaquín Alberdi y en Taninos (Palermo); los cupos son limitados. Para más información, consultar a info@ozonodrinks.com.ar.



Mirada personal

Conociendo bastante sobre todos estos protagonistas y sus vinos, hago una lectura del porfolio que representa OZ, y como consumidor encuentro un equipo que tengo garantía que pasarán los años y no van a dejar que me aburra nunca. Partiendo de la base de gente joven, y a pesar de ello algunos ya con una carrera muy importante sobre sus espaldas, como es el caso de Michelini, Bonomi y Reginato, todos son apasionados por su profesión e inquietos por querer sorprender año a año con sus vinos más mimados, ya que son los que pertenecen a sus proyectos propios; hasta se los puede llegar a etiquetar en algún punto de "familiares".


Todos demostraron, y lo siguen haciendo, asesorando o desempeñándose en las grandes bodegas; pero lo propio siempre va a ser especial en todo sentido, eso se puede percibir cuando se degustan los vinos o cuando se habla con ellos del tema. No son mejores ni peores; son personales, únicos, especiales porque seguramente cada uno cargue alguna historia, esconda una anécdota o un recuerdo. 


Angelini y Bugallo son pibes más jóvenes aún. A pesar de que, desde todo punto de vista, el objetivo y capacidad de Tupun no tiene nada que ver con el de Cara Sur, doy fe de que "cada uno en su cancha tienen el mismo hambre por salir y romperla". Son conscientes de que esto recién empieza para ellos, y comenzaron muy bien porque muy cerquita de Angelini, caminando sobre las enormes piletas de Tupun, siempre está Matias Michelini, y porque Francisco Bugallo comparte "Barreal", esas barricas viejas, huevos de concreto y asados nada menos con su gran amigo Sebastian Zuccardi. 


Foto 1: David y Matias, luego de un almuerzo en Tupungato.
Foto 2: El quincho-terraza en la Vinoteca Lo de Joaquín Alberdi.
Foto 5: Cara Sur en B&N... ph: Ale Belmonte

viernes, 4 de octubre de 2013

“Nuevas historias en Passionate Wine”




Hace algunas semanas Matías Michelini llegó expresamente a Buenos Aires para presentar, en una serie de degustaciones, algunas nuevas etiquetas y añadas de Passionate Wine. Tuve la suerte de estar presente en uno de esos encuentros, el que se realizo en Ozono Drinks especialmente para miembros del grupo FLT.



A continuación, la lista de vinos degustados; luego, un breve comentario sobre cada uno de ellos, algunas conclusiones generales y una reflexión personal.

Inéditos Semillón Hulk 2013
Montesco Verdes Cobardes 2013
Montesco “Agua de Roca” Sauvignon Blanc 2013
Montesco Punta Negra Pinot Noir 2012
Esperando a los Bárbaros Malbec 2012
Diverso Syrah 2012
Diverso Merlot 2012
Eterno Retorno 2012
SuperUco 2011
MalBon 2011

Lo primero que tengo para decir del Hulk 2013 es que me resultó tan simple y fácil de beber como su primera edición, aunque a ese 2012 lo recuerdo con más fuerza en boca, y aquella virtud me daba cierta sensación de longevidad, mientras que a este 2013 no lo siento tan así. Creo que lo mejor será disfrutarlo sin pensar demasiado, aunque me sigue intrigando la evolución que pueda tener en botella; será cuestión de tiempo y volver sobre él.


De todas las novedades, uno de los que más dará que hablar es el Verdes Cobardes. Se trata del primer año de este corte que combina 43% de Sauvignon Blanc, 35% de Semillón, 12 % de Viognier y 10% de Chardonnay. Lo considero un acierto en todo sentido: es fresco, posee complejidad, es equilibrado y muy agradable de beber; es ideal para quienes aún nunca probaron un blanco de Passionate. Sin ser tan extremo como quizás sí lo son el Agua de Roca, el Torrontés Brutal o el Hulk, el Verdes Cobardes no disimula el sello Michelini y todo el carácter “tupungatino”. Su precio sugerido de 75 pesos por botella lo hace muy competitivo. En cuanto los consumidores empiecen a descubrirlo, estoy seguro de que las 3.000 botellas volarán rápido.

Recién mencioné al Agua de Roca, y en este 2013 percibo cierta elegancia que empieza a asomar y que creo que no tuvieron añadas anteriores; Matías lo relaciona con el clima frío del final de cosecha y una maduración más lenta que la habitual. Como todavía lleva poco tiempo de botella, sus aromas aún no están desarrollados a pleno, pero su carácter en boca –de igual manera que en las añadas anteriores– es inconfundible. Considero este atributo como algo valioso: un seguidor a ciegas probablemente sospeche de qué vino se trata. En esta nueva versión, además de diferentes momentos de cosecha, también combina diversos tipo de vinificaciones: como por ejemplo maceración carbónica, fermentaciones/maceraciones varias, con y sin escobajo. Podemos decir que también es como un blend de elaboraciones. En definitiva, sumar más variables en busca de mayor complejidad, un trabajo que se percibe al degustarlo con sutiles matices. Ese valor agregado marca la diferencia.



Al Punta Negra, este pinot noir que su versión 2011 me había encantado, hoy lo encuentro con una vuelta de rosca e igual de interesante, con casi nula presencia de aromas a la madera del tonel, pero otros muy sutiles que recuerdan a frutas ácidas y frescas (frambuesas). En su largo paso por boca mantiene esa “finura y tensión” en el recorrido. Pienso que es un estilo de pinot bastante lejano a los que estamos acostumbrados por estos pagos; algunos de los presentes hicieron saber que les recordaba al estilo de los de Borgoña. Según Matías, a diferencia del 2011, hubo un momento de cosecha intencionalmente más temprano, y un tonel que al ir por un segundo uso cedió mucho menos aromas que en la primera versión.

No faltó la que será “figurita difícil”: Esperando a los Bárbaros, un malbec de Casablanca (Chile), que imagino casi imposible que lo tengamos por nuestro país. Su elaboración fue en tinajas de barro, similares a las ánforas utilizadas por los romanos hace miles de años. Otro atajo de Matías para escapar de la estandarización volviendo a los orígenes más lejanos. Un tinto directo, que avasalla con su fruta fresca; en boca, afilado y cada vez menos impetuoso. Esta fue la tercera oportunidad que lo pruebo en el último año, y cada vez lo comprendo y me gusta un poco más.



Le llegó el turno a una nueva línea que se llamará Diverso –por ahora hay un merlot de El Peral y un Syrah de Gualtallary–. Esta línea es especial por varios motivos. En primer lugar, reunirá a toda la familia (esposa e hijos) en el proceso total de producción. Además, en ambos casos los viñedos son ecológicos, su elaboración es enteramente en huevo de concreto, con levaduras indígenas y con la menor intervención posible. Voy a hablar del syrah, ya que es de los vinos más interesantes que bebí en el último tiempo. Combina una fruta que, sin dejar de ser fresca, está en un hermoso punto de maduración, con tonos minerales; su comportamiento en boca posee cierto costado salvaje, pero principalmente creo que lo que posee es un alma especial, que al menos a mí me enamoró. Un vino que es diferente; seguramente ello se deba a una auténtica expresión del terroir de esa pequeña finca pegadita a la Casa de comidas Tupungato Divino en Gualtallary.



Otra de las “sorpresas grosas” de la noche fue el Eterno Retorno, un bonarda 2012 que fermentó y lleva más de un año en barrica nueva. Al degustarlo, su fruta tiene todo lo necesario –y más– para sostener la fuerte presencia del roble. Hasta el momento nunca había imaginado un bonarda con tanta presencia de madera y tan bien ensamblada. Según Michelini, el secreto para que esa materia prima sea tan especial está en el equilibrio y el rendimiento natural del parral de más de cuarenta años de donde proviene la uva. Otra aclaración, es el mismo bonarda que se utiliza en la composición del MalBon, de donde previamente se separó una barrica para el Eterno Retorno. Bajo el mismo concepto, acompañando al mencionado bonarda, habrá también un varietal malbec, el otro componente del MalBon. Desconozco si saldrá con el mismo nombre, pero entiendo que su precio se ubicará por debajo del mencionado tope de gama.



Otro lujo fue probar el nuevo MalBon 2011. Para quienes tienen presente aún el 2010, éste también les tapizará el interior de la boca con todos los atributos que uno le pide a un vino de alta gama, aunque a este nuevo lo encuentro más fresco en su paso, con una concentración y una soltura muy bien asociadas. Opino que el sutil cambio es positivo. También será menor la cantidad de botellas disponibles para el mercado interno y su precio aumentó considerablemente, creo que el 2011 estará $ 500.

Si bien hasta ese momento a la cata no le faltaba nada, porque hubo novedades, diversidad y sobre todo mucha calidad, Michelini siguió sorprendiéndonos, esta vez con el SuperUco 2010, ese blend de Malbec con Cabernet Franc, perteneciente al proyecto Michelini Bros, que lleva en sociedad junto a sus tres hermanos. Del mismo podrán disfrutar quienes se encuentren entre las únicas cien membrecías disponibles, yo ya me aseguré la mía. Próximamente habrá SuperUco Vistaflores y SuperUco Altamira. Vinos modernos, de buena concentración, ante todo frescos y con todas las intenciones de ser fieles representantes de los mencionados terroir.



A pesar de la diversidad en los vinos, encuentro ciertos denominadores comunes que de a poco quedan cada vez más resaltados. El primero de ellos tiene que ver con aquellos vinificados en los huevos de concreto, que poseen una textura especial en boca, aportan mayor amplitud, la llenan pero con unos taninos diferentes a los que aporta la madera. Aunque me cuesta definirlo claramente ahora, estimo que en poco tiempo sabremos identificarlos o reconocerlos a ciegas.


Otro punto para destacar es la tensión o vivacidad que muchos de sus vinos poseen en el paso por boca. Hoy es uno de los atributos que más me gusta encontrar cuando los bebo.
No importa si es tinto, blanco o rosado, pero siempre estoy esperando esa vibración, esa energía sobre mis papilas, mucho antes que el batallón exagerado de aromas. Así lo vivo yo, por eso muchas veces logra dejarme más satisfecho un vino “franco, equilibrado y sencillo” que uno “power que puede superar cómodo los 90 puntos”. Esta postura personal puede dar para una larga discusión, pero actualmente como consumidor de vinos disfruto de ello; hace dos años era diferente, hace cinco ni hubiera pensado en ello, hace diez no quiero ni recordar cómo era mi gusto. Tampoco creo en lo atractivo si no hay evolución, crecimiento, por eso seguramente dentro de dos años esta postura personal vuelva a cambiar, tal vez no de modo radical, pero variará seguramente algo, o al menos eso espero.



Si al comienzo hablé de “nuevas etiquetas” de Passionate, vale aclarar que en realidad se trata de algo más que excede a la palabra “etiquetas”. Disfruto de cada vino como una nueva pequeña historia, a su vez “porcioncita” de una gran historia que es Passionate Wine, de la que no quiero perderme nada, donde todo tiene relación con todo, y siempre hay algo que me va a sorprender. Por un lado, conocer tanto algo es importante siempre y cuando uno le siga brindando tiempo y atención, y, sobre todo, mantenga intacta la capacidad de sorprenderse a cada momento. A veces, la ansiedad nos lleva a, por ejemplo en el marco de una cata a ciegas, agarrar una botella y en tres minutos intentar entender algo. Pues bien, en ese contexto el Malbon o el futuro Eterno Retorno posiblemente respondan rápido, pero hay doce vinos más, doce “capítulos” más, que también tienen cosas para decir, y que requieren su tiempo y atención. Al igual que una buena película, una lectura atrapante, una charla, una sabrosa comida, un momento de reflexión o un silencio, siempre se van a disfrutar mucho mejor cuando uno les brinde el tiempo necesario y la atención especial.

La misma degustación según mi amigo Ariel Kulas AQUI

sábado, 20 de abril de 2013

“Interesante cata: el valor de ese distintivo ‘extra’”



Laguna Brava Torrontés 2010 Selected Reserve, de José Luis Mounier (Cafayate, Salta) - $ 100
Rosa de Maimará 2012 (corte de Syrah, Malbec y CS, macerado con orujo y posterior paso por barrica), de Bodega Fernando Dupont (Maimará, Quebrada de Humahuaca, Jujuy) - $ 90
Gouguenheim Malbec Reserva 2011, Bodega Valle Escondido (Valle de Uco, Mendoza) - $ 68
Gouguenheim Red Melosa Blend 2007, Bodega Valle Escondido (Valle de Uco, Mendoza) $ 130
Caligiore Family Vineyard Organic Legacy Malbec 2009, de Caligiore (Luján de Cuyo, Mendoza) - $ 98
El Pajarito 2011 (cofermenteción entre Malbec, CS, CF, Viognier; 1.500 botellas), por Sergio Casé (estimo que se ubicará entre $ 120 / $ 150)
Punta Corral 2011 (Malbec, Syrah y CS), de Marcos Etchart para Fernando Dupont (Maimará, Jujuy) - $ 120
Altocedro Tempranillo 2011 “Año Cero”, de Bodega Altocedro (Valle de Uco, Mendoza) - $ 85
Piattelli Cabernet Sauvignon 2009 Grand Reserva, de Bodega Piattelli (Valle de Uco, Mendoza) - $ 130
Nómade Reserva “Las Mulas 2007”, de Tomás Achával (Syrah, Malbec y CS, del Valle de Uco, Mendoza) - $ 150
Ale Pepa Malbec 2011(Cafayate, Salta) Proyecto personal de Alejandro Pepa(Enólogo de El Esteco)  - $ 170

La lista anterior pertenece a las etiquetas de una de las últimas degustaciones. Una cata más que interesante, no sólo porque los vinos estuvieron todos entre buenos y excelentes, sino también porque a muchas de las etiquetas es poco habitual encontrarlas, al menos por Buenos Aires. 

Si hubo una coincidencia entre los asistentes, terminada la reunión, fue lo entretenido que estuvo. A pesar del buen nivel general, me motivó a discriminar entre vinos que me transmitieron mucho y otros que no tanto. No hago referencia precisamente a intensidad, calidad aromática, desarrollo en boca o potencia, sino más bien a algo que va un poco más allá y que francamente me cuesta transmitirlo con palabras. Si pudiera hacer una comparación con una persona, quizás podría decir “carisma”, “personalidad”, “autenticidad”, “rasgos”; pero se trata de vino y cuando hablamos de ello pareciera que la forma para describirlo se agotara con solo detallar color, aromas, sabor, equilibrio, potencial, calificación numérica o RPC. Todo eso está perfecto pero no deja lugar para algo más, es decir, esa sensación personal “extra” que suelo percibir sólo en algunos. Vinos de calidad, con intensa fruta, buena maduración, madera bien ensamblada, equilibrados, por suerte cada vez hay más, pero al menos yo, como consumidor inquieto, hoy estoy esperando que me transmitan ese “distintivo extra”.



En esta última cata, uno que se destacó por su desenfado y personalidad fue el rosado jujeño. ¡Por Dios! Sus aromas fueron de la jalea de remolachas y las notas terrosas a los espárragos. Precisamente me conmovió por lo extremo: no es para todos los consumidores, pero es excepcional que una pequeña porción de nuestra geografía, como es Maimará, pueda quedar retratada en una botella. Atención que el Caligiore, el Pajarito, el Punta Corral, el Altocedro y el Malbec de Ale Pepa, a pesar de ser todos tintos y de ubicarse en un segmento medio/alto ($ 85 / $ 185), también supieron llevarnos para muy diferentes lados o, mejor dicho, diferentes rincones, y disparar variadas sensaciones, escapando de esos puntos muchas veces tan comunes. Si bien todos se destacaron por su buena concentración y madera, supieron motivar los más diversos comentarios: la fruta ácida y nerviosa en el tempranillo, o la textura y profunda expresión en el Organic Legacy.




 Suelo muchas veces renegar de los muy maduros que rozan la fruta dulce; sin embargo, el Punta Corral y el de Pepa eran así, y a pesar de ello también me supieron cautivar. Al segundo particularmente me gustaría probarlo en un par de años. El blend de Casé también tenía lo suyo; un catador hizo referencia a una nota de fruta blanca nítida y madura de fondo: el toque de viognier dulce imprimía su sello.




Hasta aquí destaqué especialmente una parcialidad de los vinos, pero sería injusto si dijera que son los más recomendables para comprar. De hecho la experiencia hizo que me importara poco su precio: el tema pasó por otro lado, que no tiene puntajes, ni precio. Llegado el momento, mi bolsillo me permitirá comprar uno, otro o ninguno. Lo relevante, lo que quiero decir, es otra cosa.

Con la otra mitad de etiquetas sin comentar, ustedes se preguntarán: “¿estaban mal?”. “No, para nada”. Por ejemplo, en el torrontés de Mounier la madera estaba bien ensamblada, aportando elegancia y complejidad: un blanco equilibrado y con ninguna dificultad para beber, y que se puede adaptar a la mayoría de los paladares, es decir, claramente en la otra orilla del rosado que comenté al comienzo; y ambos se ubican casi en el mismo segmento de precios. Ahora me pregunto: “¿el vino era rico?”. “Sí”. “¿Me transmitió algo extra?”. “No”. Es ahí cuando caigo inmediatamente en el tema “precio” y empieza a generarme dudas para volver a comprarlo.

Otro que aún no mencioné y que estoy seguro que por su gusto lo puedo recomendar es el Malbec Reserva de Valle Escondido. Expresivo desde el primer minuto, con las notas del roble bastante presente, con buen desplazamiento en el paso por boca. También imagino que va a atraer fácilmente a una generosa porción de consumidores. Otra vez me pregunto: “¿el vino era rico?”. “Sí”. “¿me transmitió algo extra?”. “No”. Por segunda vez vuelvo a pensar en la relación precio/calidad (RPC) y puedo decir que es buena.



Cuando empecé con esta nota, realmente tenía poco claro dónde iría a terminar. Lo cierto es que con la mitad de los vinos degustados tuve que preguntar su precio, para llegar a alguna conclusión; y con la otra mitad el disfrute, otras sensaciones y poder encontrar ese “extra” sencillamente no me dejaron tiempo para pensar en precios, al menos en ese instante. 

No soy precisamente el mejor representante de la media de los consumidores, pero los últimos quince años probando vinos me llevaron por un camino que me trajo hasta aquí. Creo que son muchos los que van por el mismo camino y mucho más aún quienes lo están comenzando a transitar. Señores productores, hagamos más vinos pensando en ellos, para que dentro de diez años todos tengan motivos “extras” para seguir conmoviéndose, no aburrirse, y que el precio pueda ser algo suplementario, al menos por un momento.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

“Descorchados 2013: otras melodías”





Patricio Tapia presentó los vinos que seleccionó como los elegidos para su Guía Descorchados 2013, tanto de Chile como de la Argentina, y tuve la suerte de estar entre la lista de los treinta invitados al evento. El atractivo fue no sólo poder conocer con anticipación cuáles fueron los destacados por “Pato”, sino también compartir la degustación con sus hacedores. Resulta destacable que profesionales chilenos y mendocinos hayan viajado especialmente a Buenos Aires para contarnos un poco sobre sus proyectos y sobre lo que íbamos a probar.

A continuación va la lista de vinos, discriminados por categorías; una breve opinión sobre cada etiqueta y, sobre el final, una conclusión personal.

Mejor Blanco

De Chile: Cipreses Vineyard - Sauvignon Blanc 2011 de Casa Marín 
De la Argentina: Lágrima Canela - Chardonnay/Semillón 2009 de Walter Bressia 

Dos blancos, dos extremos; uno filoso y otro cremoso.  El Cipreses es un Sauvignon Blanc muy mineral, hiperfresco, directo y recto, con sutilezas en su paso por boca. En cambio, el Lágrima Canela cuenta con mucho volumen, tanto en nariz como en boca; de esos que explotan en intensidad y complejidad aromática; sus notas de barrica sobresalen, es untuoso, graso, pero está muy bien, su nervio lo equilibra; no me cansa y me invita a otro sorbo.



Vino Revelación

De Chile: Revelado - Pinot Noir 2009 de Bodegas Re (Proyecto perteneciente a Viña Morandé)
De la Argentina: TintoNegro Collezione Italiana Lambrusco 2012 de 55 Malbec (por Alejandro Sejanovich)



Dos vinificaciones bastante atípicas. Por el lado de Chile, se trata de un Pinot, una de las uvas que mejor se da en la región, vinificado como blanco (para espumante) y casi olvidado en una barrica; que tras formar un velo natural en su parte superior hizo que adquiriera una complejidad similar a la de un jerez: esos clásicos aromas que recuerdan a frutas secas (almendra, avellana y nuez) de los vinos evolucionados. En cambio, el TintoNegro es un Lambrusco, cepaje de origen italiano y bastante poco común por estos pagos, que fue elaborado con una maceración tan corta que hace que éste sea casi transparente: es tan claro que por su color no sé cómo clasificarlo; en boca se comporta simple, fresco y bien fácil de beber.




Tinto Revelación

De Chile: Little Quino - Pinot Noir 2012 de William Févre
De la Argentina: Tres 14 Malbec de Garage - Malbec 2010 de Daniel Pi 



Rebelarse con lo básico. Por lo visto, en ambas regiones es un premio a la simpleza, y eso no debe ser mal interpretado, porque este pinot bastante austero, con la aireación, tímidamente fue diciendo mucho, de manera bien pausada pero que valía la pena no perderle atención. Por su parte, el malbec argentino tiene bastante más porte y por ende resulta más atrevido, pero al mismo tiempo es bastante desnudo, con muy poca madera, algo de rusticidad pero con mucha definición; y tiene lo que más me gusta: sabor a vino, uva, hollejo, terroir; sin maquillajes, y eso me encanta.

Mejor Tinto

De Chile: Domus Aurea - Cabernet Sauvignon 2010 de Clos Quebrada de Macul 
De la Argentina: D. V. Catena, Adrianna Vineyard - Malbec 2010 de Catena Zapata 


Mucho roble por aquí y poco roble por allá. Sobre la cepa más importante de cada país, Patricio optó en el primer caso por uno con mucha madera y en el segundo por uno que cada vez tiene menos. Mientras en el chileno eligió un cabernet con unos “cojones” aportados por sus 18 meses de barrica (80% nueva), la cual está excelentemente soportada por el carácter del vino; en el mejor tinto argentino premió a uno de nuestros abanderados, que, según su elaborador Alejandro Vigil, en esta añada, además de la combinación de diversos momentos de cosecha, posee menos barrica que en las anteriores (sólo 20% de barrica nueva). A mi criterio, eso deja percibir una profundidad que me sedujo: otra vez esa sensación de seguidilla de capas, que no se terminan nunca. Moraleja: en este caso no necesitó del roble como gran protagonista para ser un vinazo.

En varias oportunidades de la charla, Patricio dijo: “éstos son los vinos que me gustan a mí... No digo que sean los mejores... son los que yo elijo...”.



Luego de haberlos probado, creo que él quiere dejar bien en claro qué es lo que realmente lo conmueve y su amplitud en el gusto personal, que por lo visto no tiene límite. Para hacer una simple analogía, si en vez de vinos Patricio hubiera tenido que elegir un seleccionado de intérpretes musicales, primero hubiera escuchado absolutamente a todos los encontrados a ambos lados de la cordillera. No se hubiera detenido en virtuosos, ni en hits pegadizos, ni en Súper Star; tampoco se hubiera casado con un estilo en particular; pero sí habría privilegiado por sobre todo a los más genuinos, los más francos, los más sinceros: aquellos que con su interpretación te tocan el corazón, te erizan la piel y, quizás con silencios, te pueden transmitir mucho más que cualquier vozarrón potente y muy entonado, pero carente de sensibilidad o color.



Así de claro, como los vinos que le gustan a él, Patricio tiene una postura bien definida, la resalta y se hace cargo de ella todo el tiempo. Por todo esto, lo encuentro como un abanderado dentro de los comunicadores de vinos de nuestras regiones. En este camino que está comenzando a transitar –seguramente muy discutido–, no pienso perderle pisada. A mí también me entretiene escuchar otras melodías.

Fotos:
1) Aldo´s Vinoteca y Restaurant, el lugar elegido por Patricio Tapia para presentar los destacados de Descorchados 2013.
2) El joven Felipe Marin, presentando Cipreses.  
3) "El Colo"  Alejandro Sejanovich comentando su Lambrusco.
4) Pablo Morandé, no conforme con su gran bodega, apuesta también a la innovación y REnovación con RE.
5) Daniel Pi y su Tres14, un verdadero Vino de Garage .
6) Alejandro Vigil, tan atrevido como sus vinos, también un placer escucharlo.
7) Patricio, el gran anfitrión. Nos hizo sentir como en su casa ofreciéndonos probar los vinos que más le gustan a él. 
8) REvelado, criado bajo un velo, un pinot fuera de serie. 

Notas relacionadas:

La misma cata según Fran de La Logia Petit Verdot

La misma cata según Ariel de Pasión Kuari

La misma cata según José de Wine MDQ

Más sobre Descorchados 2013 por Patricio tapia



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