"Tiempo de Catadores On Line"

Como les debe pasar a la mayoría de ustedes, seguramente sean seguidores de los diferentes programas o publicaciones de vinos que podemos encontrar por los diversos medios de comunicación (TV, radio, Internet, gráfica), que por suerte cada día son más y suelen tratar diversos temas relacionados con el vino (degustación, enología, vitivinicultura, terroirs) haciendo, en algunos casos, muy buenas investigaciones y desarrollos. Más específicamente en TV normalmente una parte de estos programas es destinada a entrevistas a enólogos y presentación de bodegas y vinos. Me interesa referirme a este fenómeno, sobre todo a las presentaciones, degustaciones, comentarios y recomendaciones de vinos. ¿Notaron que siempre los comentarios son: “excelentes”, “muy buenos”, “la mejor cosecha”, “increíble”, etc.? Nunca escuché una crítica, que podría ser normal y para nada descalificadora, como: “le falta botella”, “tiene un final apenas amargo”, “está muy presente el roble pero…”, “está un poquito alcohólico pero…”, “la cosecha anterior fue mejor pero ésta tiene…”, etc. Siempre me pregunto ¿por qué yo, en muchos casos, me encuentro con vinos que no me convencen tan fácilmente? ¿Por qué no tendré tanta suerte como ellos? ¿Tendré algún problema olfativo, o los casi diez años que vengo degustando vinos casi ininterrumpidamente no me aportaron criterio y conocimiento? Digo diez años, pero en realidad a tomar vino empecé hace más de veinte. El tiempo, por suerte, comenzó a darme cierta revancha, y cuando me refiero al tiempo hablo sobre los avances en comunicación que nos brinda Internet, sumado al conocimiento de los consumidores, que en general aumenta un poco más cada día. Navegando en la Web empecé a encontrarme con gente que tenían aparentemente los mismos “problemas de olfacción” que yo, y a veces no compartían tanto lo que anunciaban en forma masiva los especialistas de siempre, por lo que a través de foros y blogs empezaron a manifestar sus opiniones sobre tal o cual vino, sin discriminar en rango de precios o popularidad de la bodega, y sobre todo sin filtros ni compromisos. De aquí en adelante a estos individuos los llamaré “catadores on line (C.O.L.)”Enumeraré algunas particularidades de estos C.O.L., que cada día son más y mantienen conectada esa mesa de cata virtual en el espacio Web:

* Toman vino sencillamente porque les gusta y les da placer.
* No trabajan de probar vinos porque nadie les paga por sus comentarios, así sean positivos o negativos.
* Compran los vinos que degustan, por eso normalmente conocen el precio sugerido de todos los vinos de la góndola.
* Tienen tan claro como nadie qué pueden conseguir en cada rango de precio (acá entra en juego esa frase popular: “cuando te tocan el bolsillo…”), y en muchos casos no sólo califican a un vino por su calidad sino también por su relación precio/calidad, que no necesariamente deben ser iguales.
El avance de Internet es indiscutible: está comprobado que buena parte de los consumidores que lo usan, antes de resolver una compra, consultan en el google buscando precios y recomendaciones, y es allí donde la opinión del C.O.L. va tomando protagonismo.
Estoy seguro de que el tiempo, o mejor dicho los “clicks”, les terminarán dando el reconocimiento que se merecen.