“Presidente”, al menos así lo llaman sus compañeros, estoy hablando de Sebastián, que además de ser conocido desde hace un par de años del Foro de Vinos Taninos, es quien coordina el grupo de cata autodenominado “Felices los Tintos”, y que agrupa a una parte importante de los usuarios más activos de mencionado foro.
Hace sólo un par de semanas fui invitado a la “parrillaza” que organizó con motivo del cumple en su casa, y como es costumbre en estos casos los invitados eran los encargados de llevar cada una de las etiquetas que se iban a disfrutar.
Entre los asistentes apareció un regalo inesperado: una caja robusta, excelentemente embalada, en cuyo interior había doce misiles. Sí, esos de 750 que usted se imagina. Ante el intento del anfitrión de conservarlos en su cava para una nueva ocasión, casi como si estuviera vigilado, vía twitter recibió un mensaje desde Mendoza que textualmente decía: ¡No, No, no! Son para tomar esta noche… Y como tantas veces que aceptamos órdenes, si había una que no íbamos a rechazar era justo ésta.
En definitiva, se abrieron unos pocos de los vinos programados y, luego de una puesta veloz a temperatura, se procedieron a descorchar los de la especial sorpresa.
Voy a las etiquetas
No recuerdo quien lo llevó, pero arrancamos con Andeluna Chardonnay Reserva 2006: si bien era correcto, no me dijo nada nuevo. Seguimos con un chardo con todas las letras, estoy haciendo referencia nuevamente al Angélica Zapata Chardonnay 2005, que tiene complejidad, buena acidez, futuro y, lo más importante, consistencia año a año, ya que las veces que me crucé con esta etiqueta, sin importar la añada ni el momento de su vida en que estuviera, los resultados fueron siempre muy buenos.
Dos sin etiquetar (Sorpresas: Parte 1)
Llegó uno de los privilegios de la noche, poder probar dos que aún no aparecieron en el mercado y forman parte del trabajo de Alejandro Vigil en sociedad con Adriana Catena.
El Enemigo Bonarda 2009, frutal, ya bebible y con importante volumen en boca, realmente la inunda. Creo que tiene muchísimo por delante y que va a ser una etiqueta más para confirmar que con mencionado cepaje se pueden hacer muy buenos vinos.
La segunda primicia fue El Enemigo Syrah-Viognier 2009, en aromas y potencia en boca bastante más débil que el anterior. No voy a decir que el vino estuviera mal, pero no parecía para el mismo segmento de precio que el bonarda o para el precio con el que —imagino—saldrá al mercado.
Conociendo un poco el nivel al que habitualmente nos tiene acostumbrados Alejandro Vigil con su trabajo en Catena, estimo que para ver cuál es el potencial de estos vinos lo mejor será volver a degustarlos en por lo menos seis meses.
Tres cañones (Sorpresas: Parte 2)
Normalmente no suelo puntuar los vinos, pero hay una serie de atributos destacables que indican claramente que el vino está superando la barrera de los 90 pts., es el caso de las siguientes tres etiquetas que les voy a mencionar, las cuales me encantaron por su expresión, complejidad, equilibrio y elegancia.
Comenzaré nombrando la que más me gustó: el Nicolás Catena Zapata 2004, creo que este vino se comercializa solamente en el exterior y debe estar entre los mejores vinos que probé en mi vida. Algún puntito más abajo se ubicó el Catena Zapata Malbec Argentino 2004 y algo más despegado finalmente el D.V. Catena Malbec Designated Vineyard Adrianna 2005, en el cual percibí sus taninos algo secantes aún.
Además de todos los calificativos del comienzo, lo que hace grande a estos vinos es que a pesar de sus 6/7 años el camino que aún les queda por delante seguramente será muy interesante.
Dos recomendados
Volviendo a los tintos de los invitados, y ya en otro segmento de precio bastante inferior al que veníamos, destacó a dos:
Calypso Malbec 2008: un moderno malbec de altura, concentrado y directo, bien al estilo de su bodega Monteviejo. Creo que es novedad en el mercado y me parece interesante lo que ofrece por $ 85.
Luca Syrah 2007: la primera vez que disfruto de esta etiqueta de Laura Catena. Es destacable la complejidad aromática que le aportaron los años a este vino; además de tener un paso suave, prolongado y muy entretenido en boca, me deja la sensación de que se encuentra en un momento óptimo; su precio no es bajo, ya que cuesta $ 200, así y todo, no defrauda.
El cierre
Acompañando el cheesecake y la chocotorta del final, Las Perdices Viognier Tardío, al que no le presté demasiada atención pero creo cumplió bien, y Saint Felicien Nature, al que no lo sentí tan sabroso como en oportunidades anteriores, quizás haya sido esa botella en particular.
los fui siguiendo por twitter y la verdad me dio una sana envidia.......que sana ni sana ....me dio envidia ja ja ja
ResponderEliminarUn abrazo !!! espero verte en la pxma !!!
Muy buena experiencia. Ya quiero probar la líne de "El Enemigo"!!!!!!
ResponderEliminarAbrazo