jueves, 23 de junio de 2011

"El Agua de Roca llegó a la ciudad"




Finalmente, una destemplada tarde de sábado de junio, llegó  el Agua de Roca a la "cueva de Parque Patricios". En una visita fugaz por Buenos Aires, Matías Michelini hizo una parada en “Ozono Drinks” para presentar, ya “vestido” y listo para salir, su nuevo blanco. También trajo el Montesco 2010 y el MalBon (ambos aún no están a la venta), y algunas muestras de tanques de recientes elaboraciones 2011 que hizo junto a su hermano Juan Pablo, pero en Zorzal Wines.

Ya sabemos que en la línea Montesco se irán sumando de a poco nuevas etiquetas, para identificarlas Matías prefirió llamarlas por su nombre, y dejar su composición varietal como un dato más de la contraetiqueta. Por lo tanto, quien desee conocer qué uva compone el Montesco Agua de Roca 2011 deberá voltear la botella para saberlo; esta vez se los adelanto yo: es un Sauvignon Blanc 100% de Gualtallary (1.500 msnm).
Procedimiento similar  tendrá el resto de los vinos de esta línea que saldrán de aquí en adelante, muy contrariamente a lo que nos tiene acostumbrado el mercado, que utiliza el cepaje como la variable fundamental de una etiqueta . Por lo visto, Matías le resta importancia a esa fórmula porque está convencido de que un buen nombre puede representarlos mucho mejor.

 A partir del 2010 el actual Montesco tinto comenzará a llamarse Montesco Parral, esto tiene que ver directamente con que las tres uvas que compondrán este vino provienen de cultivos antiguos plantados con ese tipo de conducción. Por allí, en viñedos que ofrecen una  vista especial del Cerro Punta Negra, también parece que se está gestando el Montesco Punta Negra, un Pinot Noir con crianza en tonel.

Degustación


Comenzamos con el Montesco Agua de Roca 2011 ($ 80), un Sauvignon Blanc muy diferente; sus principales descriptores tienen que ver con aromas que recuerdan a tierra, pasto húmedo, raíces; en un segundo plano, sosteniendo a los mismos, aparecen algunos frutales (ananá maduro, quizás banana también), y en un tercer plano, de manera más sutil aún, siguen apareciendo herbáceos, minerales y algunos cítricos típicos del varietal. Si bien posee buena intensidad no es exuberante, su paleta aromática va identificándose lentamente, el balance entre todos esos aromas le aporta una elegancia particular y única.  Lo más interesante aparece en el paso por boca donde todos esos aromas percibidos al principio se pueden apreciar exactamente iguales en su recorrido por el paladar, como en una fotocopia que respeta los colores y la misma intensidad para cada uno de sus tonos, comportándose siempre sumamente fresco. Si estos atributos tienen que ver con el terroir, la añada o el hacedor, no lo sé; posiblemente tenga que ver con todo. A mi criterio, un SB que ningún enófilo debería dejar de probar.


Vamos a los tintos
El turno del primero fue para el Montesco Parral 2010. Gentil y acertadamente, Martín de Ozono ofreció abrir al mismo tiempo la actual versión 2009 ($ 80), y servirlos en simultáneo para poder compararlos mejor.
Recordemos que las variedades tintas que los componen en ambos casos son Malbec, Cabernet Sauvignon y Bonarda, pero que mientras en la 2009 se mezclaron porcentajes de los diferentes varietales ya vinificados, en el 2010 directamente se pusieron a fermentar todas juntas las diversas variedades de uvas, intentando respetar los porcentajes del corte original.
En mi opinión, creo que ambos vinos siguen por una línea bastante similar, siempre privilegiando la frescura y nitidez en sus aromas; al 2010 le encontré el color un poco más oscuro y en la primera nariz una nota herbácea que la 2009 no tenía, pero que fue disminuyendo lentamente en la copa dejando el protagonismo a la nota frutal. Pasados varios minutos, volví a comparar las dos muestras: en el más joven destaco mayor intensidad aromática y algo más de carácter o personalidad que la 2009. Actualmente la 2010 se encuentra en botella continuando con su crianza y estimo que pasarán varios meses para que salga a la venta. 

Seguimos con el MalBon, el tope de gama de Passionate Wine, que será uno de los grandes vinos que verá el mercado el año próximo. Hoy está bárbaro, tiene muchísimo por delante y derriba algo de prejuicio que tenía sobre la crianza de vinos de alta gama en barrica americana; en este caso la fruta del malbec, del bonarda y el aporte de la barrica se funden de manera increíble. Esta etiqueta  tendrá un solo problema: serán muy pocas botellas, creo que sólo 1.200.

Luego, casi como si estuviéramos en la sala de tanques de Zorzal Wines, probamos algunas muestras, todas vinificaciones 2011 que en general se lucieron con colores muy intensos, mucha carga frutal, concentrados y siempre con agradable frescura en boca; cada una lleva precisamente el nombre del tanque que la contiene: 

- 1° Muestra: Niña Bonita
Es un Malbec de Gualtallary, posiblemente el preferido o más mimado por los hermanos Michelini; de mucha profundidad y con todos los atributos para soportar una barrica nueva; en boca aún posee cierta efervescencia producto de su elaboración y que a medida que pase el tiempo se irá disipando. Destino de este tanque, posiblemente Climax o Zorzal Reserva.

- 2° Muestra: De Pope JP II
El nombre de este tanque surgió casualmente, ya que el día de la cosecha de este malbec beatificaron al papa; el cuartel de donde proviene es otro de los preferidos de Gualtallary por haberse obtenido de allí, en más de una oportunidad, vinos con importantes reconocimientos a nivel internacional.

- 3° Muestra: Piantao Piantao 
Cabernet Franc 100% de Gualtallary. 
Un caldo muy perezoso para fermentar, que si bien en un principio prometía poco, casi inexplicablemente se despertó y resultó un vino que los viene sorprendiendo positivamente día a día. Tal vez por eso hayan decidido llamarlo Piantao Piantao. A mí también me gustó este CF, con los herbáceos y la nota dulce bien complementados. Su destino aún está sin definir, puede salir como varietal en Zorzal o bien destinarse para algún corte.

- 4° Muestra: Locura 
Tanque en el cual se cofermentaron dos variedades (Malbec y Cabernet Franc) eligiendo las mejores uvas de diversos cuarteles de la zona. ¿Y cómo explicar esta Locura? Sólo entiendo que no será Zorzal ni Passionatte Wine, y que serán trece las barricas que luego del embotellado saldrán al mercado; aún no tiene asignado nombre para la etiqueta, sólo entiendo que esconderá mucho misterio este vino que imagino será imposible volver a repetir. Apenas probarlo me dejó la sensación de que le faltaba vivacidad, pero  en el último sorbo de mi copa deslumbró y me anticipó que será un gran vino.

- 5° Muestra: Romano 
Llamaron así al fortificado de 27° de alcohol y aproximadamente 80 grs/litro de azúcar residual. Una historia que se inició en la línea de selección de uvas cuando en familia comenzaron a separar las que se encontraban pasas o sobremaduras, para fermentarlas, encabezarlas y llevarlas a criar en una sola barrica. Por tal motivo, no estará a la venta y será para disfrutar con los amigos o para compartir con quienes visiten la bodega. El Romano se mostró pesado en boca y con cierta nota meloza, el alcohol bastante presente aún y una concentración que me indica mucha longevidad.


En las fotos 1 y 3, Matías anticipando lo que será la etiqueta para los “Inéditos” de Passionate Wine.

Como siempre gracias Noelia y Martín por la invitación.

3 comentarios:

  1. Muy buena experiencia!!! Se sabe algo mas del Pinot Noir y cuando lo sacaría al mercado??
    Abrazo

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  2. Qué maravilla, qué maravilla!! No decimos más.

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  3. Gracias Fabián, Noemí y Andrés por los comentarios.

    Al Pinot Noir, creo que falta bastante para que salga al mercado. Con respecto al tonel, creo que esconde otra historia interesante.

    saludos
    musu

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