El 9 de junio, Francisco Rivero Segura, del Blog Logia Petit Verdot, nos dio cita en el restaurant “Laurak Bat” para la segunda edición del “Desafío Federal 2012”. Allí, cincuenta catadores, entre sommeliers, algunos comunicadores, vinotequeros, muchos consumidores apasionados y dos enólogos (Marcelo Pelleriti —de Monteviejo y MP Wines— y José Hernández Toso —de Huarpe Wines—) degustamos a ciegas cuarenta y nueve blends o vinos de corte de nuestro país.
Los vinos se agruparon según su segmento de precios en tres tandas. Sobre cada una, los catadores armaban un ranking con los diez que más le habían gustado o bien consideraban de mayor calidad. Los resultados personales de cada participante fueron sumados y de ese promedio surgieron los seis vinos preferidos por la mayoría de cada grupo.
Les dejo los resultados generales, entre los que destaco con un asterisco (*) los que coincidieron con mi elección personal. Agrego seis etiquetas valoradas por mí, marcadas con una (P), que no figuraron entre los dieciocho de la general.
Vinos de hasta $ 99
PAZ Blend 2009 ($ 80) de Finca Las Moras - San Juan
Zorzal Field Blend 2010 ($ 95) de Zorzal Wines – Mendoza (*)
Ramanegra Reserva Red Blend 2010 ($ 98) de Bodega Casarena – Mendoza
Cavas de Crianza 2009 ($ 64) de Clos de Chacras – Mendoza (*)
Quieto 2006 de Monte Quieto ($ 95) – Mendoza (*)
Gran Lurton Corte Argentino 2007 ($ 85) de Bodega Piedra Negra – Mendoza (*)
Trapezio Plus 2009 (P)
Vinos de entre $ 100 y $ 160
Arnaldo B 2008 ($ 120) de Bodegas Etchart – Salta (*)
Zaha 2010 ($ 160) de Bodega Teho – Mendoza
Alma Negra Misterio I 2008 ($ 155) de Ernesto Catena Vineyards – Mendoza (*)
Arcanus Gran Reserva 2007 ($ 150) de Bodega Nanni – Salta
DV Catena Cabernet-Malbec 2008 ($ 104) de Catena Zapata – Mendoza
Lagarde Guarda 2009 ($ 120) de Lagarde – Mendoza (*)
Primogenito Blend 2008 ($ 130) de Bodega Patritti – Neuquén (P)
Tempus Pleno 2008 ($132) de Tempus Alba – Mendoza (P)
Lobuno Gran Reserva 2008 ($ 160) de Domados Wines – Mendoza (P)
Vinos de más de $ 180
Gran Enemigo 2008 ($ 330) de Bodega Aleanna – Mendoza (*)
Iscay 2007($ 250) de Bodegas Trapiche – Mendoza
Nicolás Catena Zapata 2008 ($ 580) de Catena Zapata – Mendoza (*)
Carinae Prestige 2007 ($ 300) de Carinae Viñedos y Bodega – Mendoza
Henry Gran Guarda N° 1 2008 ($ 380) de Lagarde – Mendoza (*)
Altimus 2007 ($ 248) de El Esteco – Salta (*)
Porvenir 2005 ($ 330) de El Porvenir de Cafayate – Salta (P)
Pasionado 4 Cepas 2005 ($ 299) de Andeluna Cellars – Mendoza (P)
Algunas conclusiones
Obviamente el nivel de los vinos en general fue bueno, es decir, la gran mayoría fueron muy disfrutables y acordes a su rango de precios.
En el momento de la degustación, al tratarse de vinos de alta gama, es importante darles tiempo en el copón para lograr su mayor expresión. El hecho de que fueran tantas muestras obligaba a que el ejercicio de cata más calificación fuese relativamente en corto tiempo. Si bien lo ideal hubiese sido hacer un análisis profundo del desarrollo de cada vino, al menos en mi caso me terminé guiando por la impresión que me dejó uno o dos pequeños sorbos, que en el 100% de los casos por motivos lógicos ni siquiera tragué. De ahí surgieron mis diez elegidos.
Me interesa destacar que en el ámbito de estas catas maratónicas algunas veces uno termina siendo injusto con algunas etiquetas que en el conjunto no logran sobresalir, pero cuando se las bebe solas resultan altamente complacientes. Comento esto porque el día inmediatamente posterior al del “Desafío”, en el almuerzo familiar, abrí un Montesco Parral 2010 de Pasionatte Wine y un Guayaquil 2007 de Huarpe Wines. Detalle curioso: eran dos vinos espléndidos, que disfruté mucho beber por botella y sin embargo no figuraron ni en mi lista ni en la general. Si leo rápido la misma puedo interpretar que la calidad no les alcanzó para entrar en el ranking, pero la realidad del día posterior marca otra cosa; posiblemente haya sido el contexto y el buen nivel general los que opacaron el desempeño de algunas etiquetas.
Mis compañeros de mesa
Entre los participantes había muchos conocidos, pero quiero destacar el placer de poder compartir la cata junto a mis compañeros de mesa, a esta altura amigos que me regaló el vino en todos estos años. Estos cuatro “tipos” con quienes me siento muy identificado por ser fanáticos y apasionados como yo. Voy a mencionarlos a todos junto a su dirección de cuenta en redes sociales para que sigan sus valiosos comentarios siempre genuinos y más que interesantes:
Conclusión final
Este tipo de encuentro se pudo realizar gracias a que hay gente como Francisco con empuje para organizarlo y bodegas que lo apoyaron aportando muestras.
A esta altura, considerar que hubo vinos ganadores es anecdótico; a pesar de que el nombre “Desafío Federal” puede hacer referencia a competencia, creo que no lo fue. Me gusta más ubicarlo como una verdadera Fiesta del Vino, una comunión de apasionados con la excusa perfecta para degustar, disfrutar, compartir criterios y, sobre todo, crecer como consumidores, porque en la medida en que eso ocurra seguirá creciendo cada vez más la calidad del vino argentino.
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