martes, 29 de mayo de 2018

"Creador de nuevos momentos"

Durante muchos años cuando alguien se preparaba para recibir visitas en su casa y agasajarlas con algún rico menú era habitual, y casi obligatorio, que desde el comienzo y hasta el final de esa reunión se sirviera vino y que se estilara tener sólo una etiqueta para acompañar todo el convite.

Hasta tal punto que el anfitrión precavido siempre solía comprar algunas botellas extra para no correr el riesgo de tener que cambiar de marca durante el encuentro ya que era algo que pareciera no ser bien visto en aquel entonces.

El mismo "tinto reserva" que había sido seleccionado para las carnes asadas era el que se utilizaba tanto para recibir a la visita, la "picadita" de entrada y nos acompañaba hasta después del postre o el café.

Los hábitos del consumidor, poco a poco, fueron cambiando producto de que se fue educando como tal a la par que crecía la cantidad de propuestas y diversidad en tipos y estilos de vinos.

Esa misma persona que se acercaba hasta un local de venta de vinos para adquirir una caja cerrada de seis botellas pensando en aquella reunión hoy sale a comprar y seguramente, sin resignar cantidad, ni la necesidad de escaparse del presupuesto asignado, elige los vinos pero teniendo en cuenta nuevos criterios para que esa reunión tenga más brillo y, de alguna manera, se pueda disfrutar mucho más.

Quiero aclarar que lo último que me gustaría es complicarle la vida a alguien al momento de la elección con los siguientes consejos. Más bien todo lo contrario.

De igual manera que elegimos ir de menor a mayor con la intensidad de sabores en los diferentes platos que podamos presentar sería ideal también utilizar un criterio similar para elegir los vinos, esto inclusive, más allá de la cantidad de platos que tengamos.

La idea es reemplazar esas cuatro botellas iguales que se descorcharían por otras que sean marcadamente diferentes entre sí ya que seguramente estaremos creando cuatro nuevas experiencias para disfrutar en nuestra reunión.

"Más allá del vino como bebida en sí para acompañar, la idea en el fondo es crear nuevos momentos, los cuales nunca hubieran existido de solo haberse decidido por una etiqueta"

Así como estoy seguro de que en ese encuentro del que hablamos no será el mismo plato para la entrada, el principal y el postre, también imagino que tampoco se charlará de un único tema durante todo el tiempo. No faltará el momento divertido ó el de compartir planes futuros, algún recuerdo, sueños, silencios y, quien dice, que no falte también algo emotivo.

Así suelen ser esas conversaciones que a pesar de ir de un lado para otro resultan ser siempre muy entretenidas porque son entre seres queridos que, además de preparar algo especial para recibirnos, también pensaron en más de una etiqueta de vino para que aquel encuentro se potenciara con nuevas experiencias que podrían llegar a ser especiales.
Todo tiene que ver con todo pero quiero mantenerme lejos de hablar de maridajes o acuerdos gastronómicos ya que tiene que ser algo más simple, con voluntad, imaginación y, si es necesario, un poco de asesoramiento.

Imaginate aquella despedida luego del encuentro: al dar gracias por la invitación, comentar qué lindo la pasamos y qué buena estuvo toda la comida se le sumaría qué buena selección de vinos que elegiste!

Me encanto éste o aquel más! Dónde los puedo comprar? La próxima que nos veamos me gustaría hacerte probar tal o cual! Qué buena idea tuviste! Cuándo nos juntamos de nuevo? me gustaría hacerte probar mi preferido!

Para algunos el acto de seleccionar una tanda de vinos puede resultar poco simple pero nada mejor para este caso que acercarse a una vinoteca seria y pedir asesoramiento, explicando al detalle cuál será la situación de consumo y el presupuesto con el que se cuenta.

Ante ese escenario el vinotequero debe ofrecer más de una solución acorde a nuestra necesidad porque precisamente esa es su función, seleccionar y ofrecer lo mejor de lo que está a su alcance.

Si de servir diferentes tipos de vinos (blancos, tintos, rosados, espumosos, naranjos, dulces) se trata y no caer en la situación de poner una copa especial para cada uno, sugiero contar con un modelo de copa de cristal que se pueda adaptar fácilmente a todos.

Creo ideal alguna tipo syrah o malbec y con una capacidad de 450/480 ml; es muy importante no resignar calidad en la misma. Recuerden que el mismo vino puede lucirse de manera muy diferente según la calidad del cristal.

Lógicamente si cada comensal cuenta con una sola de estas copas, entre vino y vino, deberían ser bien enjuagadas y secadas.

Si hay intensiones de profundizar un poco más en esta experiencia, al momento de seleccionar los vinos, se puede pensar que más allá de acompañar correctamente cada momento en el fondo exista también un mensaje educativo.

Así aprovecharemos, al mismo tiempo, la posibilidad que nos da probar, comparar y compartir apreciaciones sobre los vinos. Algo que para la mayoría de los consumidores no es una práctica habitual.

Siempre recuerden que la única forma de crecer en el conocimiento del vino es la experiencia que nos da probar siempre diferentes vinos. En lo personal suelo no repetir etiquetas precisamente para no perder la oportunidad de probar una que no conozco.

Algunos ejemplos de posibles criterios al momento de la elección:

Seleccionar diferentes tipos de vinos (Blancos, Rosados, Naranjos, Tintos, Espumosos, etc).

Seleccionar vinos en diferentes estilos (con diferente concentración, más o menos maduros, más o menos frescos).

Seleccionar vinos con diferentes tipos de elaboración (Vinificados en huevo de concreto, tanques de acero, barrica de roble, etc).

Seleccionar vinos con diferentes tipo de crianza (barrica de 225l, foudre, huevo de concreto, tonel, etc).

Seleccionar vinos de diferentes regiones (Valles Calchaquíes, Patagonia, Luján de Cuyo, Valle de Uco, etc).

Seleccionar vinos de diferentes sub-regiones (Altamira, Gualtallary, Los Chacayes, del Valle de Uco; otra podría ser Agrelo, Lunlunta o Las Compuertas en Luján de Cuyo).

Seleccionar vinos con diferentes tiempos de crianza (más jóvenes o más añejos).

Seleccionar vinos de diferentes segmento de precios.

Revisen cuántas variables pudimos enumerar sin la necesidad de hablar de varietales o vinos de corte. Imaginen que si multiplicamos las mismas por la cantidad de posibles cepas que encontramos en nuestro mercado las alternativas serían interminables y así aquella reunión que nació para comer rico y pasar un rato ameno con amigos, podría funcionar indirectamente muy educativa desde el punto de vista de los vinos.

En las fotos que están a continuación, les acerco algunas etiquetas que me resultan atractivas para combinar a mí, pero más me gustaría saber cuales son sus elegidas!!






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