lunes, 16 de mayo de 2011

“Más Passionate Wine que nunca”


Nunca mejor elegido el nombre para una bodega. Luego de la intensa charla que mantuvimos en Buenos Aires junto a Matías Michelini y su esposa Cecilia, me queda claro que “Passionate Wine” va mucho más allá de una bodega que intenta hacer vinos de calidad.

Passionate es un proyecto de vida, el de una familia que tiene muy claro cuál es su objetivo de aquí en adelante: manipular lo menos posible lo que le entrega la naturaleza para alcanzar la máxima expresión en una copa, lograr un vino para escuchar con la mejor fidelidad qué nos dice cada terruño o varietal, y no dejarse distorsionar por la moda ni por el mercado ni por la crítica.


Para que tengan una idea, durante la charla en ningún momento se necesitó hablar de barricas francesas nuevas, ni de levaduras seleccionadas, ni de más de 14° de alcohol, ni de corrección de acidez, ni de grandes inversores; no se mencionaron tampoco las palabras marketing, porfolio, laboratorio, ni “última tecnología”. Sí se habló de Gualtallary, de clima, de suelos, de familia, de inéditos, de disfrutar, de mil botellas, de trabajo, de bonarda, de amigos, de taninos naturales y piletas plásticas.

Todo aquello que algunas veces parece secreto de especialistas, Matías lo pudo expresar con la máxima simpleza. Mientras comíamos una rica picada de Rincón de Tablas, degustábamos el Montesco 2009 y algunas otras etiquetas que saldrán en el futuro al mercado, nos explicó claramente en qué consisten los cuatro proyectos que conformarán “Passionate Wine”, independientes entre sí, pero absolutamente ligados por el mismo concepto.

1) Línea Montesco: nacido con la idea de elaborar vinos de la región (Tupungato) y que siempre se caractericen por la excelente relación precio/calidad.
Hasta el momento, en el mercado sólo se encuentra el Montesco 2009 ($ 80), un corte de Malbec, Cabernet y Bonarda, con aromas a frutos rojos, frescos y de intensidad media; en boca, de entrada dulce, pasa con fuerza, se siente el aporte del cabernet, pero sin perder elegancia; un vino muy agradable de beber y que seguramente seguirá creciendo en el próximo año. Si bien no estuvo en la degustación, Matías anunció que está logrando excelentes resultados en la versión 2010, que a diferencia de la 2009 se elaboró mediante cofermentación de las variedades, un método que, según explicó, potencia notoriamente la expresión aromática.
También tuvimos la suerte de probar muestras de algunos de los futuros vinos que saldrán en esta línea:
Montesco Sauvignon Blanc 2011, sólo 1.200 botellas de un vino de Gualtallary(1.500 msnm) y con tapa a rosca. Nunca encontré en un SB los aromas que percibí en éste: se desprendían por capas y al mismo tiempo eran muy diversos entre sí, lo que provocaba ciertos contrastes (y hasta ahora me estoy refiriendo sólo a la nariz). Por ejemplo, al principio encontré una marcada nota a pasto mojado, luego una nota dulce de caramelo de ananá y, unos segundos más tarde, una nota a tierra mojada que nunca había percibido en mi vida, todas entrelazadas por exquisitas notas minerales y salobres. Amigos, no les exagero: si a este SB lo pusieran a ciegas entre diez pares del mismo segmento, creo que con una simple olfacción podrían identificarlo claramente. En boca se mostró franco, fresco; es de esos vinos que te dejan pensando cómo definirlo… rústico, exótico, extravagante, no lo sé, pero que quede claro que me gustó, y de ahora en más deseo seguir su evolución.

Montesco Bonarda 2011, de color intenso y destacado violáceo, este recién nacido que muestra la fruta fresca del varietal; a pesar de no haber hecho todavía fermentación maloláctica, se encuentra muy agradable en el paso por boca; próximamente irá para su crianza a una barrica usada, con la idea de que se vaya puliendo pero con intenciones de que la madera no tape en ningún momento su carácter del varietal.

Montesco Ancellota 2011, de color rojizo casi negro y como con cierta consistencia, disparó el comentario de todos los invitados; en boca con mayor intensidad y recorrido que el anterior, con una marcada nota herbácea que le sumó complejidad. Pensar todo lo que le falta aún para completar su elaboración, pero a pesar de eso me animo a pronosticarle “mucha longevidad”. Mientras tanto Matías nos contaba una simpática anécdota sobre cómo obtuvo esos cultivos de Ancellota.


2) Línea Inéditos: en ésta se agruparán aquellas etiquetas de elaboraciones particulares y partidas muy acotadas (promedio aproximado: 1.000 botellas por etiqueta).

No hay precios aún, ni degustamos ningún vino de esta línea, pero sabemos que hay un bonarda, mezcla de cuatro momentos de cosecha diferentes (todas 2011) y elaboradas mediante maceración carbónica. Según Matías, se trata de un tinto sabroso, liviano y muy perfumado, que llegará al mercado cerca del mes de octubre.
Otro inédito, un Malbec de Gualtallary fermentado en tinaja de barro y criado en barrica usada; el objetivo: poder elaborar un vino de alta calidad con la menor necesidad de tecnología posible. Realmente todo un desafío.
Otra intriga: por allí también tiene un torrontés de Tupungato, vinificado como tinto, con maceraciones y demás. Cuando todo el mercado vinifica el “torro” cada vez más light, Matías pretende ir en la dirección contraria. También estoy ansioso por conocerlo.

3) MalBon: bajo esta etiqueta aspira a sacar sus vinos de mayor calidad, esos que se animan a seducir a todos los paladares, que tienen mucho para expresar pero sin perder nunca la elegancia, y a los que el tiempo hace crecer. Pero atención: deben cumplir el requisito más importante, ya que el corte estará compuesto siempre por Malbec y Bonarda, dos variedades tintas de las más cultivadas en nuestro país; la primera ya indiscutible; la segunda, si bien ya echó largas raíces, recién ahora le llegó el turno de demostrar todo lo que tiene para dar.
Con respecto a esta combinación, Matías explicaba: sobre la base de un Malbec de fruta potente y bien madura, de buena estructura y considerable alcohol, cuando se le suma el bonarda de fruta fresca y menos grado, balancea, además de combinar muy bien…
Al momento de degustarlo pude confirmar ese ensamble perfecto. A pesar de que aún se está criando en barrica de roble americano, se encuentra pulido y súper equilibrado, es una caricia al paladar: fruta dulce, excelente acidez y muy agradable final de boca. No puedo creer que no esté terminado aún. Conociendo un poco el mercado, me parece que se ubicará en el segmento $ 180, un precio competitivo para esta partida tan limitada de 1.200 botellas.

4) Casi como un músico que no quiere dejar género sin interpretar, Matías nos contó que la cuarta línea la conformarán aquellos vinos nacidos de una vitivinicultura orgánica y biodinámica, que recién está comenzando, en lo que será un largo camino, tan largo como la vida y la filosofía con las que lo llevará a cabo junto a su familia.

Amigos y relaciones
Como era de imaginar, en el transcurso de la noche Matías mencionó a muchas personas relacionadas con su vida y carrera, entre las que destacó su amistad con Alejandro Vigil, otro revolucionario y creador, con quien comparte sus vinos y buenos momentos; y también al periodista chileno Patricio Tapia, su amigo y junto a quien moldeó esta alocada idea de los inéditos. También estuvieron presentes en su discurso sus hermanos, con quienes comparte Zorzal y suelen divertirse, entre otras cosas, poniéndole nombres bastante particulares a cada uno de los tanques de sus vinificaciones. En lo profesional, demostró su admiración por Edgardo Del Popólo, ingeniero agrónomo de Doña Paula, de muy bajo perfil, que según Matías es un “capo” por la precisión con que trabaja en los viñedos, con quien además tiene la suerte de ser socio en la investigación sobre los diferentes tipos de suelos en Gualtallary, cuyo estudio quedará plasmado en un mapa de la región.
Dejé para el final a Cecilia, su joven esposa y madre de sus cuatro niños, la compañera que eligió para su vida, que desde ahora comenzó a llamarse Passionate Wine

6 comentarios:

  1. Gracias Fernando por la invitación a una noche prometedora, que resultó gloriosa en cuanto Vinos, aprender como en la escuela (con las enseñanzas enológicas de Matías Michelini) y disfrute de buena compañía!!

    Abrazo a todos y cada uno de los presentes!

    Pd.: iba a comentar con metáforas tipo Cabito (sexo), pero sé que no sos afín... JeJe!

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  2. Me quedaron ganas de probar el Montesco SB 2011, el ananá y lo vegetal o pasto mojado lo tienen varios SB, tal vez la tierra húmeda y lo mineral se lo aporten la altura no?
    Nada de pis de gato??
    Abrazo y muy buena la experiencia y la nota.

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  3. Fer,
    Un verdadero privilegio por el que te voy a estar agradecido por siempre. Infinitas gracias por la invitación.
    Un abrazo grande

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  4. Fernando, muy buena nota!
    Lo escuché el sábado a Matías en la radio y leyendo tu crónica y la de Francisco (Logia Petit Verdot) me dan muchas ganas de probar el Malbon!! Como dijo Matías... "la MALicias del MALbec y las BONdades del BONarda"...
    Un abrazo,
    Esteban
    www.elvinodelmes.com.ar

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  5. Mucha gracias a todos por los comentarios.

    No se censure Cuervo…Déle nomás!!

    Fabián, pis de gato no me pareció. Lo destacable fue la tierra mojada. Creo que hasta Matías está sorprendido por su expresión tan particular.
    No lo escuche por completo, pero comentó algo así como que la uva permaneció en una cámara durante un par de semanas, etc.
    Querés buscarle explicación: la magia!!

    Fran, no hay porque agradecer viejo.

    Esteban, con respecto al MalBon yo diría potencia más suavidad. Seguramente será un gran vino.

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  6. Fernando, reitero mi agradecimiento por haber podido participar de tan hermosa e importante reunión. Creo que ni en la escuela estuve tan atento como ese día ante la exposición de Matías. Excelente relato el tuyo. Un gracias grande a Matías y su esposa Cecilia!!!

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