A continuación, van algunos recomendados, todos 2010, que ya están listos para entregar placer sin necesidad de generarle demasiado estrés a la billetera.
Estas etiquetas pueden hacernos quedar muy bien porque no son masivas, y tienen atributos para sorprender. Pertenecen a productores que también suelen competir en el mercado externo y que en los últimos años están en continuo crecimiento cualitativo. Si buceamos en los porfolios completos de estas bodegas, o chequeamos los reconocimientos en la alta gama de cada una de ellas, podemos confirmar fácilmente cómo trabajan.
Detallo, entonces, mi opinión luego de degustar las siguientes etiquetas:
Tapiz Syrah 2010 ($ 52), Bodega Tapiz
Por lo general no me detengo en el color de los vinos, pero éste además de profundidad tiene unos destellos violáceos que me predisponen de una manera especial; se nota que es un vino de altura (luego, leyendo su ficha, descubro que proviene del Valle de Uco). En nariz es muy expresivo, además de la fruta encuentro aromas animales, de cuero, con un roble que acompaña a la perfección. En boca es muy sabroso, tiene cierto volumen que por momentos me hace pensar en una etiqueta de mayor precio. Posiblemente los meses lo redondeen, pero este año tendrá lo mejor para entregar: impacta y no cansa.
Zorzal Cabernet Sauvignon 2010 ($ 52), Bodega Zorzal Wines (Gualtallary, Tupungato, Mendoza)
Otro de nariz directa, pero de estilo muy diferente al anterior. Le encuentro aromas a granos de pimienta negra secos, algo herbáceo y mucho frescor. Me dijo mucho de entrada; no quise esperar para llevarlo a la boca y terminar de confirmar todas sus buenas impresiones: posee un paso sostenido y como con cierto filo. Me encanta. Frescura a lo largo y alto, franco y equilibrado. Este vino no puede no gustar.
Sophenia 2 Cabernet/Malbec 2010 ($65), Bodega Finca Sophenia (Gualtallary, Tupungato, Mendoza)
En este nuevo corte de la Bodega Finca Sophenia, en sus aromas la fruta roja va asomando de a poco y acompañada por cierto especiado, pero lo que más me gusta de esos aromas es la inconfundible mineralidad (piedras mojadas, tiza). Otro que muestra con orgullo su origen; si posee aromas del roble, quedaron en segundo plano. El agarre que tiene en su paso por boca me dice que esto es sólo el comienzo y que lo mejor está por venir, y no en mucho tiempo.
Luego de tres días, vuelvo sobre una botella de Sophenia 2 abierta, que conservaba en la heladera, y continúa estando muy bien.
Hacé que tus amigos conozcan estos vinos, preséntales estas bodegas y difundamos entre todos la buena calidad.
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