“Doppio Zero, como en casa”

No suelo salir mucho a comer afuera, soy más de disfrutar de mi cocina y muchas veces prefiero recibir visitas en casa y así evitar trasladarme. El tránsito de Buenos Aires, las dificultades para estacionar,  la imposibilidad lógica de moverse en auto si uno va a beber alcohol (más allá de los controles de alcoholemia, que desde luego apoyo), la inseguridad y todos los etcéteras que quienes vivimos en esta ciudad ya conocemos, me modificaron bastante algunos hábitos. Pero no voy a seguir desviándome. Esta nota la escribí para ustedes y no para ningún político. Mejor me voy a enfocar en la parte de la copa que está llena.

Por ejemplo, un sábado de enero por la noche en Buenos Aires es encantador. Con las vacaciones de muchos, nuestra ciudad baja dos cambios; y si de salir a comer se trata, Doppio Zero ranquea  entre la lista de mis preferidos.

En el ambiente es reconocido como “Doppio” o por el nombre de su dueño, Mariano Akman. El local está ubicado en la calle Soldado de la Independencia 1238, posee capacidad para 50 cubiertos y es una muy interesante propuesta gastronómica. Si bien su carta de vinos es concreta, atractiva y de precios razonables, estaba ansioso por probar algo de mi propia cava y, como poseen servicio de descorche, llevé dos botellas no habituales de ver por nuestro mercado.

El primero fue un Veranda Syrah 2007, un single vineyard del Valle de Colchagua (Chile). En nuestro país esta etiqueta era comercializada por Bodega Universo Austral (Del Añelo en Neuquén), que también pertenece al mismo Grupo Dos Andes; tengo entendido que Universo no comercializará más en nuestro mercado interno, por lo cual estimo que no la tendremos más por estos pagos. Con respecto al vino, me encantó: una fruta apenas sobremadura, especias, algo de higo una madera sumamente bien integrada, redondo y con fuerza para seguir adelante.

El otro es una novedad que compré en Aldo´s Vinoteca, hasta el momento el único lugar donde lo vi. Se trató del Marcelo Pelleriti Reserve Malbec 2007. Al degustarlo lo encontré de un estilo bastante diferente al que me había imaginado antes de probarlo: muy frutal, fresco y con florales tanto en nariz como en boca, muy fluido, de esos que te invitan a otra copa. Me encantó. Malbec 100% del Valle de Uco, con 18 meses de roble francés y un alcohol de 13°. Qué lindo número el 13, mis papilas me confesaron que les gusta más que el 14 o el 15.

Para quienes aún no conocen Doppio les sugiero visitarlo: muy buena cocina, buen servicio y precios acordes a la propuesta gastronómica. Pueden chequear más opinión sobre el mismo en la Guía Óleo. De entrada pedimos un mix de antipasto (paté de campaña, trenza de queso con mix de hongos, aceitunas fritas con salsa roja y endivias rellenas con queso azul, boconccinos y uvas pasas). Los principales fueron un ossobuco al vino tinto con puré de papa, pimiento rojo y rúcula, y unos tortellini caprese con jugo de tomates secos y aceitunas machacadas. 

La carta de vinos, sin ser demasiada extensa, resulta lo suficientemente variada, bien seleccionada y con precios muy razonables. Algunas etiquetas que recuerdo: Mariflor Sauvignon Blanc, J. Alberto Malbec, Tempus Pleno, Montecinco Malbec, Catalpa Pinot Noir, Palo Alto Pinot Noir, Laborum Malbec, Achaval Ferrer Mendoza, Cruzat Larrain. Tampoco faltan algunos italianos, como el Montepulciano d´Abruzzo 2000 o el Barolo Viglione 2001.

Creo que ya era cerca de la medianoche, mientras hacíamos la sobremesa, con un Doppio ya más relajado, cuando Mariano se acercó cortésmente a nuestra mesa para acompañarnos a terminar el Pelleriti Malbec. Un placer charlar con él. Antes de ser restauranter, es un gran amante del vino y de la buena cocina. Mientras intercambiamos anécdotas relacionadas al mundillo “de los locos del vino”, me invitaba con una Grappa Cellini. Logré la paz que encuentro en mi casa junto a un amigo de toda la vida. Claro, suelo sentirme muy cómodo e identificado con apasionados así. Franco como los vinos, sus palabras se condicen con sus platos y su vocación para el servicio gastronómico.