miércoles, 1 de mayo de 2013

“Vertical de Iscay junto a Daniel Pi”




Entre los lindos momentos que me regaló el vino estos últimos años, hoy sumo uno nuevo a esa gran colección que atesora mi alma. Imagínense encontrarse, junto a un lindo grupo de amigos, en un patio de un PH del barrio de Palermo para probar todas las añadas de Trapiche Iscay que salieron al mercado hasta el momento. Qué lujo, ¿no? Ahora sumen a todo eso la presencia de Daniel Pi (Jefe de Enólogos de Bodega Trapiche), con quien compartimos todos esas “porcioncitas” de historia que conservaban cada una de las nueve botellas, y entenderán a qué me refiero.

Iscay es una etiqueta que nació en la cosecha 1997, creada en sociedad entre Ángel Mendoza, en aquel momento enólogo de Trapiche, y el consultor francés Michel Rolland; jugando con la idea de que comulgaran detrás de ese nombre nuestra cepa bandera con la más destacada en los cortes del Pomerol (Burdeos, Francia). Durante once años (1997-2008) el Iscay estuvo siempre en nuestras góndolas, excepto en 1998, cuando las condiciones climáticas jugaron una mala pasada y no pudo elaborarse. Por supuesto que en el correr de una década pasaron muchas cosas, algunas de ellas se pueden reflejar en cada vino. Daniel estuvo allí para no guardarse nada, y para compartir su experiencia año a año, además de todo su conocimiento. Fue mucha la información que corrió en esa cata que duró hasta entrada la madrugada. A continuación intentaré transmitirles algo de ello y mi humilde impresión de cada vino.



Este corte originalmente combinaba malbec y merlot, pero en la última añada que está en el mercado, la 2008, reemplazó al merlot por cabernet franc. Casualmente esta última variedad también conforma el corte de Burdeos, pero en menor medida. Digo “casualmente” porque imagino que la elección de la cepa tuvo que ver más con el gusto de su hacedor que con la región francesa. Si bien la cata se fue desarrollando desde el más joven al más añejo, trataré de contar algunos detalles en líneas generales y sin mencionar orden.

Las cosechas 1997, 1999 y 2000, a cargo de Mendoza y Rolland, tuvieron algo menos de cuerpo que el resto. Al respecto Daniel aclaró que luego del 2000 se había comenzado a hacer mayor foco en el trabajo sobre viñedos. De los tres, el 2000 quizás sea el más evolucionado y con una marcada nota a regaliz. El 99 y el 97 estaban impecables, fluidos y delicados. Especialmente, lo que más llamó la atención era lo entero que estaba el 97.

Entre el 2001 y 2004, efectivamente estaba a cargo Rolland. La muestra 03 tenía algo de corcho, lo cual imposibilitaba apreciarla bien. La 2002 llamaba la atención por la fuerza que aún poseía en boca: parecía un vino mucho más joven, evidentemente viene evolucionando de un modo positivo y lento. Daniel agregó que la 2002 había sido una excelente añada. Por el contrario, en la 2001 se encontraba la fruta un tanto más madura, ofreciendo una boca más plana y a mi gusto corto de vivacidad. La 2004 fue la última añada que lleva la firma de Rolland, con la presencia del merlot bastante protagonista, una boca amena y un perfil que roza el licorado.

A partir del 2005 Trapiche ya no cuenta más con el asesoramiento de Michel al momento de definir el corte. El 05 precisamente sorprende por la potencia e intensidad aromática, en boca destaco su remarcada acidez. Daniel hizo referencia a una “notita verde” en los aromas del retro, y recordó que parte de ese malbec provenía de Gualtallary.




El 2007 es la última añada que combina el corte de merlot con malbec. Se distingue la nota a cuero presente desde el primer momento y sus taninos aún marcados. Promete bastante por delante. Pese a que tiene sólo un año más que el 2006, en comparación este último estaba mucho más redondo, y en un momento muy disfrutable. Sabiendo que la dupla de merlot con malbec dijo “adiós” para siempre, Daniel imagina que la cosecha 2007 pasará a ser particularmente valorada por aquellos enófilos más entusiastas.

El cambio en la composición del 08 creo que es como que define una nueva etapa. Personalmente lo veo positivo: me seduce cada día más la mezcla de malbec con cabernet franc, ya que lo siento más cerca de mi gusto y de lo que esperamos hoy los consumidores de alguna manera “más modernos” (por denominarnos de algún modo). El franc le imprime otro carácter, aromas bien definidos y cada vez más reconocibles. Por qué no soñar con que con los años ese gusto se haga propio y termine siendo el corte que nos represente. Atención que es algo que ya escuché afirmar a algunas de las figuras más importantes de nuestra enología. Como ya dije, comparto esta opinión. Pensando en el potencial de guarda de esta nueva dupla, no creo que tenga nada que envidiarle a la anterior composición. Los años o los que más saben lo confirmarán.

Casualmente salió el tema “consultores” y Daniel nos comentó que desde hace un tiempo cuenta con el asesoramiento de Alberto Antonini para la clasificación de los vinos para la alta gama: un dato totalmente desconocido para mí hasta entonces.

Es la segunda o tercera vez que hablo con Daniel Pi, y para llevarlo a términos cotidianos me gustaría describirlo con dos calificativos: “laburante y buenazo”. Además de su indiscutible trabajo para el vino argentino, con todo lo que significa Trapiche tanto en el mercado interno como externo (millones de litros, desde su tinto más económico hasta el Trapiche Manos, tope de gama cuyo valor está cercano a los $ 600), tampoco debemos dejar de reconocer directa o indirectamente su relación y responsabilidad con las etiquetas de las otras bodegas del Grupo Peñaflor, como son El Esteco en Salta y Finca Las Moras en San Juan.

Así y todo, creo que está comenzando a escribir una nueva parte en su historia, tan o más entretenida que la primera, porque el grupo sigue creciendo: adquirió recientemente Bodega Suter en San Rafael, y por otro lado la alta gama en San Juan se consolida con El Pedernal, un ultrapremium que el mercado interno aún desconoce y que está a la altura de los mejores vinos de nuestra geografía (al menos eso comentan quienes ya lo probaron). Volviendo a Mendoza, Daniel sigue acentuando el foco en estudios de suelo con el objetivo de interpretar sus principales micro-zonas: un posible nuevo proyecto del cual no quiso anticipar nada más.

Como frutilla del postre, las primeras vendimias en Chapadmalal están dando resultados más que interesantes. Doy fe: el Pinot Noir 2012 que probé me encantó. Merece dedicarle un párrafo aparte. Según Daniel el 2013 está mejor aún. Y también hay merlot, Sauvignon blanc y chardonnay, entre otras cepas. Los resultados son tan buenos que, según creo, tienen planeado montar una champagnera: una inversión posiblemente millonaria y en la costa argentina. ¿Quién diría?

Dejo para el final las dos etiquetas de Daniel que quizás me lleguen más al corazón, como son el Tres 14 y El Imperfecto, ambas pertenecientes a su proyecto personal, mejor dicho familiar, porque lo lleva adelante junto a sus hijos. No faltará mucho para que se agregue una tercera etiqueta originaria de otra prestigiosa zona mendocina como es Altramira, que lucirá un nombre bastante particular, aseguró Daniel, pero que tampoco quiso adelantar. Los corazones de los más nostálgicos también tendrán alimento asegurado. Daniel confesó que lo ilusiona volver a ubicar al Suter Etiqueta Marrón en el lugar que alguna vez tuvo; este año ya comenzaron a elaborar en la bodega sanrafaelina y presiento que ese blanco pueda volver a enamorar a unos cuantos.



Seguramente me olvidé de muchas cosas, pero sólo tomando en cuenta lo que les conté, ¿no les parece que el calificativo de “laburante” está bien puesto? Para explicar el de “buenazo”, debería escribir otra nota. Por eso prefiero dejárselos para su imaginación o que el vino, al igual que a mí, también les regale la oportunidad de conocerlo personalmente y lo puedan comprobar ustedes mismos.

Esta “gran cata” la organizó el amigo Francisco Rivero Segura del Blog La Petit Verdot, a quien agradezco por haberme invitado. También quiero agradecer muy especialmente a los anfitriones, Margarita y Gonza, quienes abrieron las puertas de su hogar, y fueron fundamentales para que nuestras almas disfrutaran de una noche perfecta.


4 comentarios:

  1. Excelente evento, FERNANDO !!
    Que increible debe ser poder probar semejantes vinos de la mano de su enólogo !!
    Un abrazo desde Córdoba. ROBERTO

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  2. Excelente nota y degustación. Usted se codea con los grandes, Musu.

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  3. Además de probar y descubrir esos grandes vinos, es mucho o más interesante descubrir o conocer a las personas que están detrás.. luego de ello algunas cosas se entienden mucho mejor.

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  4. Daniel Pi, no solo es un gran enólogo....es un tipo IMPRESIONANTE !!!! Humano, sencillo, Humilde....y que se yo cuantas cosas mas....o me equivoco....

    Mas alla de los vinazos que hace....el que me sorprendió fue su hacedor...

    aparte de esto...una cata DE LUJO !!!!!

    Abrazoooooo

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