"Cenando con los hermanos Pulenta"

Linda manera de comenzar la primavera: el pasado martes 21, gracias a la excelente organización de la gente de Lutecia, asistí a una cena junto a los hermanos Andrea y Mario Pulenta (nietos de Augusto), quienes actualmente se encuentran a cargo de esta tradicional bodega sanjuanina que lleva su mismo nombre. La cena, que se llevó a cabo en una conocida parrilla de Puerto Madero, contó con la presencia de alrededor de veinticinco invitados, entre vinotequeros y prensa.
No fue una presentación formal, sino todo lo contrario: fue una comida distendida en la que los anfitriones se mostraron todo el tiempo muy amables. Además de charlar sobre la actualidad de su bodega y de la provincia, fue una excelente oportunidad para conocer la historia de la familia que probablemente esté entre los apellidos vitivinícolas más importantes de nuestro país.
Ya sobre el final, además de agradecer a los invitados, Mario presentó formalmente a su nueva comercializadora Lutecia Americas S.A., y mostró su absoluta conformidad por este nuevo lazo comercial.
A nivel vinos, nos anticipó que en breve saldrá al mercado la nueva añada del Augusto P 2007, pero con una importante variante: a su composición original de Cabernet Sauvignon se le sumaron Bonarda y Malbec.

Los vinos

En la recepción se sirvieron dos de mis preferidos sanjuaninos: el Valbona Pinot Gris 2009 y el Valbona Rosé 2008.
Con el primer plato, el Valbona Selección Malbec y el Valbona Selección Bonarda. Hacía rato que no tomaba este último y me resultó muy agradable, sabroso y fluido; creo que lo favorece beberlo refrescado, quizás 16/17°C. Ya lo estoy imaginando como tinto recomendable para el verano.
La etiqueta que acompañó el plato principal, en mi caso la carne asada, fue el Augusto P 2005, el vino Premium de la bodega: un cabernet de paso suave por el paladar con notables aromas de crianza y típica fruta madura que caracteriza a los vinos de la región; si bien no es el estilo de Cabernet que más me gusta, gracias a sus taninos pulidos y su nota dulzona puede resultar muy atractivo para aquellos consumidores que no simpatizan con aquellos vinos llamémosle “fuertes”.