jueves, 30 de septiembre de 2010

"Vinos y Bodegas 2010"

El pasado jueves 23 visité la 10° edición de “Vinos y Bodegas”, que esta vez tuvo lugar en el Salón Ocre de La Rural durante cuatro jornadas.

Hasta minutos antes de ingresar todavía tenía el gris recuerdo de la mala organización de la edición 2009, pero por suerte, hasta donde pude percibir en el transcurso de mi visita, hubo mejorías en varios aspectos. Pasaré a enuméralas y, de paso, aprovecharé para resaltar otros puntos en los que no estuve tan de acuerdo.

Me parecieron correctas las dimensiones del salón (5000 mts2), donde todas las bodegas mantuvieron un único tamaño y formato de stand, respetando un buen espacio en los pasillos para poder circular cómodamente, inclusive en el horario pico de las 21hs. El ambiente en general estuvo muy bien ventilado y con agradable temperatura ambiente. Asimismo, la temperatura de servicio de los vinos fue la correcta. También, en varias oportunidades, me ofrecieron agua para beber, y por lo general siempre me encontré con buena predisposición por parte de las personas que atendían los stands, quienes contaban con el conocimiento necesario para responder a las preguntas básicas.

La copa para degustar que daban en la entrada era de la misma baja calidad de siempre, pero quienes deseamos enfocar mejor nuestros sentidos fuimos precavidos y llevamos el copón propio. Como detalle interesante debo destacar que la copa que entregaba la empresa organizadora tenía un sticker con la siguiente leyenda: “Disfrutar del vino requiere todos los sentidos. Practica el consumo responsable”.

Como punto en contra señalo el costo de la entrada ($ 85 por persona), que se encarece aún más si tenemos en cuenta que para degustar los vinos de alta gama había que comprarlos aparte, por copa y en un sector especial. Por lo tanto, considero que si querían darle a estos vinos el espacio VIP , que posiblemente se merezcan, ya que no me parece desacertado pagar un extra por ese valor agregado, habría sido conveniente que la entrada general hubiera estado a un precio más bajo.

Mi recorrido

Realmente las bodegas expositoras fueron muchas y en un solo día es imposible tratar de visitarlas a todas. Por otro parte, no sólo me dediqué a probar vinos sino también a encontrarme con viejos amigos, por lo que, además de contarles sobre algunas etiquetas degustadas, relataré gratos momentos.

Algunos vinos

Humberto Canale Blush Wine Rosé 2010 ($ 25): este rosado dulce de uva merlot rionegrina sigue manteniendo la buena calidad de siempre, sabroso y de buen balance en boca

Raza Argentina, Torrontés del Bicentenario de Cooperativa La Riojana ($ 45): sin la exuberancia de sus pares salteños pero franco, fresco y floral. Me recordó a su hermano menor, el Santa Florentina, aunque obviamente éste es más complejo y de mayor persistencia en boca, pero no sé si para pagarlo tres veces más.

Siete Vacas Torrontés 2010 (un correcto “torro” de veintitantos pesos): lo llamativo es que pertenece a una bodega llamada Las Arcas, ubicada en Tucumán, pero el vino se elabora con uva de esa provincia y de Salta. En definitiva, es de los Valles Calchaquíes, pero un blend de provincias.

Ventania Extra Brut de Pinot Noir de Bodega Saldungaray ($ 48): me pareció muy interesante este espumante bonaerense, que sólo tiene un par de meses en el mercado, elaborado por Método Tradicional, ataque seco y suave al paladar, aromas de fermentación, agradable paso. Me quedaron muchas ganas de volver a degustarlo más tranquilo, para mí fue una sorpresita.

Nieto Senetiner Pinot Noir 2010 ($ 34): desde hace dos años sólo se exportaba, pero a partir de esta cosecha tuvieron la acertada idea de incorporarlo en el mercado local; muy linda nariz, frutilla y cereza madura, franco en boca, creo que en este rango de precios puede llegar a ser líder. Es el único varietal de la línea que no tiene crianza en roble.

Cichitti Blend 2008 Edición Limitada ($ 70): éste es otro que te acaricia el paladar, corte compuesto por Pinot Noir, Sangiovese y Merlot, largo de boca con acentuadas notas de crianza y con perspectiva de seguir suavizándose. Me parece excelente que hayan obtenido un buen vino con esta alternativa de corte.

Dos blend para esperar

Atemporal Blend 2008 (Malbec, Cabernet, Syrah y Petit Verdot) de Bodega Alta Vista ($ 75) y Kaiken Corte 2008 (Malbec/ Bonarda y Petit Verdot) ($ 60)

Con mucho entusiasmo llegué a probar estos vinos y es como que los sentí bastante contenidos aún, sobre todo al Kaiken, que luego de un rato largo logró mostrar algo de lo que estará por venir. En el caso del Atemporal fue más atrevido en aromas desde el inicio, pero por la experiencia con su añada anterior también me inclino a esperarlo al menos un año más.

Entre estos dos Blend a base de Malbec, de la misma provincia, en el primero encontré la característica frutal a la que estamos acostumbrados en un vino de ese rango, mientras que al segundo lo sentí de otro estilo, como menos cargado. ¿Los profesionales chilenos que conducen el Kaiken manejarán al malbec de otra forma?

Dos Bonardas, precio similar y estilo diferente

La Perdices Bonarda 2008 ($ 59): lo que se dice un vino concentrado, que desde el primer instante entrega intensos aromas a frutas maduras sumados a otros aportados por el roble, seguramente un tiempo más de botella le vendrán bien para que los mismos se sigan fundiendo y creciendo en complejidad; en boca se muestra franco pero le reclamo un poco más de acidez. Por lo tanto, para disfrutar este vino, recomiendo mantener su temperatura de servicio entre los 16/17C°.

Alfredo Roca Dedicación Personal 2007 ($ 59): sin el aspecto ni la contundencia del anterior, igualmente lo sentí expresivo, más fresco y persistente, tanto en nariz como en boca. Este vino se encuentra en un excelente momento, es de esos que invita a una copa más.

A punto

Un stand que suelo visitar es el de Finca Algarve, ya que me gustan sus vinos de la línea “Cinco Sentidos”, especialmente su Cabernet Sauvignon. En esta oportunidad, el stand era atendido por sus dueños y su joven enólogo, con quien charlé por largo rato.

Esta bodega (que vende al exterior buena parte de sus vinos, por lo que lamentablemente no se ven mucho por Buenos Aires) tiene una política que valoro mucho, la cual consiste en sacar sus vinos al mercado luego de esperarlos en bodega hasta que estén a punto para ser disfrutados. Por ejemplo, todos los tintos de su línea más baja “Cinco Sentidos” que degusté eran 2006, es decir que los cuatro años que necesitaron para estar óptimos lo esperaron en bodega. Al ser ésta, por sus condiciones, la estiba ideal, el consumidor cuando lo adquiere se encuentra con un producto pulido y listo para disfrutar.

Un cariño especial

Desde hace varios años tengo cierto afecto por Bodega Ruca Malen. Además de gustarme sus vinos (especialmente los de la línea Yauquén), me une a ellos cierta amistad con Antoine Thibaud, haber visitado su bodega en alguna oportunidad, encontrarnos en eventos desde hace varios años con las dos señoritas sommeleries que trabajan para la bodega, probar vinos juntos y compartir innumerables anécdotas.

A todo esto, en esta visita se agregó una perlita: charlar con Jean Pierre Thibaud (socio de la bodega y papá de Antoine), algo que hasta el momento no había podido hacer nunca. Luego de expresarle que yo era un seguidor de su línea de vinos más baja, él se tomó todo el tiempo necesario para explicarme cómo se investiga año a año para encontrar el punto justo de maduración para que la uva entregue su máxima cantidad aromas y una cantidad de cosas más, mientras me graficaba en un papel cómo variaban esos ciclos en función del tiempo y para los diferentes cepajes.

¿Qué les puedo agregar? Disfruté ese Yauquén Cabernet junto a Jean Pierre más que si estuviera tomando un ultra premium de 96 pts. WS. ¡Un lujo!

Para recomendar, otro Yauquén que me gustó mucho es el Chardonnay 2009, bien aromático, fresco y con ciertos toques herbáceos que a mi criterio lo diferenciaban de la media de los chardonnay.

Un bodeguero muy particular

Ya sobre el final, recorriendo el stand de la Provincia de Mendoza, me encontré con Alberto Cecchin, titular de la bodega que lleva el apellido de su familia y reconocido defensor de la agricultura orgánica. Cuando le comenté mi simpatía hacia sus vinos Carignan y Graciana, me contó con entusiasmo porqué los vinos que él produce son totalmente diferentes a todos los que hay en la feria y qué significa producir un vino orgánico, mientras se enorgullecía mostrando la etiqueta de su “Malbec sin sulfitos”.

Al promediar la mitad de la charla, me invitó a probar su espumante “Dulce Natural”, muy particular ya que necesitó de una sola fermentación para que la uva se transforme en vino y, al mismo tiempo, se produzca la toma de espuma (burbuja).Me gustó bastante, dulce, equilibrado y con ciertas notas secundarias provenientes de su fermentación.

Alberto, quien en todo momento se mostró muy abierto a la charla, me pareció una de esas personas a quienes les interesa difundir sus conocimientos sin guardarse nada. Al despedirnos lo comprometí a seguir charlando en otra oportunidad, ya que me dio mucho placer escucharlo.


La Reina

Aprovecho para cerrar el informe de mi paso por “Vinos y Bodegas 2010” con la foto de Ianina Munafó, Reina Provincial de la Nieve 2010, la monísima godoycruceña que embelleció toda la jornada con su figura y simpatía.

3 comentarios:

  1. Muy interesantes las etiquetas resaltadas, voy a tener que probarlas porque no me crucé con ninguna. Coincido en casi todo lo demás sobre la feria.
    Un abrazo grande!

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  2. Como el jueves a la mañana tenía que viajar al interior y regresaba el martes siguiente, solamente me quedó el día miércoles para visitar la expo. Fui alrededor de las 18:30 horas y luego de sorprenderme gratamente por el espacio y la distribución empecé a chocar con los imprevistos de siempre: no había una gota de agua en los stands, ni para tomar ni para lavar la copa; no había un recipiente para arrojar el vino sobrante (la mayoría lo arrojaba a los tachos grandes de residuos); no había una miserable galletita o grisín en ningún stand; no había fraperas disponibles para mantener los vinos y espumosos. Cuando me fui, alrededor de las 21 horas, empezaron a repartir bidones de agua (1 1/2 litro por stand). Demasiadas fallas de organización para lo que cobran la entrada.
    WILLIE

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  3. Gracias Cuervo y Willie por comentar.

    Esta bueno Willie que cuentes lo que ocurriò el Mie. ya que el Jue, cuando estuve yo, algunos puntos se habìan mejorado.


    Saludos

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