El pasado jueves 24 asistí al Salón Vino de Altura realizado en el Hotel Marriot Plaza de la Ciudad de Buenos Aires, con la organización de la consultora Stg y el auspicio, entre otros, del Gobierno de la Provincia de Salta.
Además de exponer sus vinos 18 bodegas de la región, hubo un espacio destinado a empresas de turismo, alimentos y diseño de indumentaria.
Quiero destacar que fue un evento gratuito y que para asistir sólo había que acreditarse vía Internet (algo para tener en cuenta el año próximo; intentaré avisar con tiempo). Punto en contra, lo de siempre: en la mitad del evento (cerca de las 20:30 hs) tanta cantidad de asistentes dificultaba la circulación y, más aún, pretender degustar con tranquilidad cualquier vino. Lamentablemente esto es algo que se repite en todas las ferias, mucho peor es cuando ocurre en otras de “alta gama” que tienen un costo considerable.
¡Vamos a los vinos!
Aprovechando tantas bodegas salteñas, y que la mayoría tiene en su porfolio un torrontés, me dediqué a probarlos casi todos y saqué en limpio el siguiente resumen:
Para tener una idea con respecto a los precios, aquellos que hace uno o dos años se ubicaban promediando los $ 30 actualmente se encuentran en la franja que comprende los $ 40 / $ 50.
Si debo elegir en relación precio/ calidad, el que más me gustó en ese rango sin dudas es el San Pedro de Yacochuya 2009 ($ 45), muy perfumado y floral, fresco con personalidad varietal muy definida. Me gustó algo más que el de Colomé por el mismo valor.
Unos pesos más abajo, destaco el Cafayate Reserva Torrontés 2009 ($ 38) de Bodega Etchart y luego el José Luis Mounier 2009 ($ 40).
Por sus elevados precios, más atrás ubico al Laborum ($ 50) de Bodega El Porvenir, de muy buena nariz, pero por su valor le exijo más boca. Lo mismo me ocurrió con el Domingo Molina ($ 70) (3% crianza en roble), de aromas elegantes pero a mi criterio también corto en boca.
En el mismo rango, se encuentran algunos más, con cierta nota de crianza que pretende aportar complejidad y pensados para el consumidor que busca un blanco más sofisticado. Uno de mis preferidos fue el Don Salvador Torrontés 2008 ($ 65) de Familia Muñoz, del que destaco sus aromas sutiles y su delicado paso por boca. Si bien a mi gusto el Gran Linaje 2008 ($ 75) de Etchart, de suave y levemente mantecoso paso por boca, y el Quara Single Vineyard 2009 ($ 70), sin etiquetar aún, de aromas más intensos (tostados), mayor ataque en boca y quizás algo corto para lo que anticipaba, no están tan atrás, igualmente imagino al de Familia Muñoz con mayor posibilidad de adaptarse tanto para beber solo como para disfrutar junto a un plato de buena gastronomía. Otro que compite en esta franja es el nuevo Tukma Gran Torrontés, pero le pido más nervio y expresión en boca (la fruta me resultó algo dulce y sobresalían las notas del roble).
Charlando con José Luis Mounier, quien además de conducir su bodega es enólogo asesor de Quara, Tukma y Familia Muñoz, señalo como interesante las características tan diferentes que ofrecen cada una de estas cinco etiquetas de alta gama, y que a pesar de que son todas de la misma cepa y región, el terroir, la vinificación y crianza son fundamentales para la obtención de productos finales tan diversos. Con respecto al tiempo de guarda, sugirió beberlos a corto plazo, pero anticipó también que la nueva cosecha del Don Salvador 2009 probablemente tenga cualidades para mayor tiempo de guarda.
Ya sobre el final de la tanda de blancos, probé algunos de los de precio más bajo que podían encontrarse, más precisamente los que rondan entre los $ 22 / $ 28,. Si bien todos fueron de calidad aceptable, en este momento recuerdo el Tierra Colorada, el Pietro Marini y el de Nanni. Los tres ofrecieron frescura tanto en nariz como en boca, pero en esta última fase fueron bastantes más sencillos que los de precio superior. Como chisme de pasillo me enteré que los titulares de esas bodegas llevan el apellido Nanni, no sé bien qué parentesco hay entre cada uno, pero un “Polino del vino” me dijo que la relación entre ellos no era la mejor.
A esta altura de la noche, ya era bastante lo que había probado, por lo que decidí dedicarle menos tiempo a los tintos y fui a algunas cosas específicas dejando pasar por alto algunas imperdibles como el Yacochuya 2006, Colomé Syrah 2008 (partida limitadísima), o los de Dávalos (los particulares vinos de Bodega Tacuil, 2576 msnm).
De la bodega que pude probar todos sus vinos fue El Tránsito, que en general me agradaron.
Con el nombre Pietro Marini, tienen dos líneas, cuyos precios se ubican en $ 26 los varietales, $ 32 los cortes y $ 56 el denominado Pedro Moisés .
Para terminar destaco, porque me gustó mucho, el Don Salvador Cabernet Sauvignon 2007 ($ 65), con la típica nota a pimiento asado, buena fruta madura, y que además promete muy buena evolución. Otros recomendables fueron el Finca Las Nubes Cabernet/Malbec 2009 ($ 60) y el Corte Cabernet/Malbec Roble de Nanni 2005 ($ 60), bien evolucionado y con cuerda para seguir creciendo.
Espero que esta feria se haga muchos años más, y que otras provincias o regiones copien la idea, porque además de ser una buena forma de promocionar las bodegas, es otra alternativa para seguir sembrando cultura del vino para todos.
Además de exponer sus vinos 18 bodegas de la región, hubo un espacio destinado a empresas de turismo, alimentos y diseño de indumentaria.
Quiero destacar que fue un evento gratuito y que para asistir sólo había que acreditarse vía Internet (algo para tener en cuenta el año próximo; intentaré avisar con tiempo). Punto en contra, lo de siempre: en la mitad del evento (cerca de las 20:30 hs) tanta cantidad de asistentes dificultaba la circulación y, más aún, pretender degustar con tranquilidad cualquier vino. Lamentablemente esto es algo que se repite en todas las ferias, mucho peor es cuando ocurre en otras de “alta gama” que tienen un costo considerable.
¡Vamos a los vinos!
Aprovechando tantas bodegas salteñas, y que la mayoría tiene en su porfolio un torrontés, me dediqué a probarlos casi todos y saqué en limpio el siguiente resumen:
Para tener una idea con respecto a los precios, aquellos que hace uno o dos años se ubicaban promediando los $ 30 actualmente se encuentran en la franja que comprende los $ 40 / $ 50.
Si debo elegir en relación precio/ calidad, el que más me gustó en ese rango sin dudas es el San Pedro de Yacochuya 2009 ($ 45), muy perfumado y floral, fresco con personalidad varietal muy definida. Me gustó algo más que el de Colomé por el mismo valor.
Unos pesos más abajo, destaco el Cafayate Reserva Torrontés 2009 ($ 38) de Bodega Etchart y luego el José Luis Mounier 2009 ($ 40).Por sus elevados precios, más atrás ubico al Laborum ($ 50) de Bodega El Porvenir, de muy buena nariz, pero por su valor le exijo más boca. Lo mismo me ocurrió con el Domingo Molina ($ 70) (3% crianza en roble), de aromas elegantes pero a mi criterio también corto en boca.
En el mismo rango, se encuentran algunos más, con cierta nota de crianza que pretende aportar complejidad y pensados para el consumidor que busca un blanco más sofisticado. Uno de mis preferidos fue el Don Salvador Torrontés 2008 ($ 65) de Familia Muñoz, del que destaco sus aromas sutiles y su delicado paso por boca. Si bien a mi gusto el Gran Linaje 2008 ($ 75) de Etchart, de suave y levemente mantecoso paso por boca, y el Quara Single Vineyard 2009 ($ 70), sin etiquetar aún, de aromas más intensos (tostados), mayor ataque en boca y quizás algo corto para lo que anticipaba, no están tan atrás, igualmente imagino al de Familia Muñoz con mayor posibilidad de adaptarse tanto para beber solo como para disfrutar junto a un plato de buena gastronomía. Otro que compite en esta franja es el nuevo Tukma Gran Torrontés, pero le pido más nervio y expresión en boca (la fruta me resultó algo dulce y sobresalían las notas del roble).
Charlando con José Luis Mounier, quien además de conducir su bodega es enólogo asesor de Quara, Tukma y Familia Muñoz, señalo como interesante las características tan diferentes que ofrecen cada una de estas cinco etiquetas de alta gama, y que a pesar de que son todas de la misma cepa y región, el terroir, la vinificación y crianza son fundamentales para la obtención de productos finales tan diversos. Con respecto al tiempo de guarda, sugirió beberlos a corto plazo, pero anticipó también que la nueva cosecha del Don Salvador 2009 probablemente tenga cualidades para mayor tiempo de guarda.
Ya sobre el final de la tanda de blancos, probé algunos de los de precio más bajo que podían encontrarse, más precisamente los que rondan entre los $ 22 / $ 28,. Si bien todos fueron de calidad aceptable, en este momento recuerdo el Tierra Colorada, el Pietro Marini y el de Nanni. Los tres ofrecieron frescura tanto en nariz como en boca, pero en esta última fase fueron bastantes más sencillos que los de precio superior. Como chisme de pasillo me enteré que los titulares de esas bodegas llevan el apellido Nanni, no sé bien qué parentesco hay entre cada uno, pero un “Polino del vino” me dijo que la relación entre ellos no era la mejor.
A esta altura de la noche, ya era bastante lo que había probado, por lo que decidí dedicarle menos tiempo a los tintos y fui a algunas cosas específicas dejando pasar por alto algunas imperdibles como el Yacochuya 2006, Colomé Syrah 2008 (partida limitadísima), o los de Dávalos (los particulares vinos de Bodega Tacuil, 2576 msnm).
De la bodega que pude probar todos sus vinos fue El Tránsito, que en general me agradaron.
Con el nombre Pietro Marini, tienen dos líneas, cuyos precios se ubican en $ 26 los varietales, $ 32 los cortes y $ 56 el denominado Pedro Moisés .
Para terminar destaco, porque me gustó mucho, el Don Salvador Cabernet Sauvignon 2007 ($ 65), con la típica nota a pimiento asado, buena fruta madura, y que además promete muy buena evolución. Otros recomendables fueron el Finca Las Nubes Cabernet/Malbec 2009 ($ 60) y el Corte Cabernet/Malbec Roble de Nanni 2005 ($ 60), bien evolucionado y con cuerda para seguir creciendo.
Espero que esta feria se haga muchos años más, y que otras provincias o regiones copien la idea, porque además de ser una buena forma de promocionar las bodegas, es otra alternativa para seguir sembrando cultura del vino para todos.
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