Mediodía del domingo, almuerzo en familia. La parrilla, esta vez muy tranquila (algo de pollo, cerdo y champignones), como es costumbre estuvo comandada por Nacho, mi cuñado, un verdadero especialista, que sin importar la simplicidad de los cortes siempre saca lo mejor de cada uno de ellos.
Los vinos que acompañaron esta vez, al menos para mí, resultaron bastante entretenidos.Mientras prendíamos el fuego, comenzamos con el Salentein Reserve Sauvignon Blanc 2010 ($ 52). Creo que es el primer vino de la bodega que sale al mercado elaborado por el recién incorporado José “Pepe” Galante; vale aclarar que hasta la 2008 el SB de esta línea era criado en barrica de roble, pero desde la cosecha pasada la bodega optó por privilegiar la fruta y la frescura. Luego de haberlo degustado debo reconocer que están marchando por buen camino. Desde el primer momento se mostró muy expresivo en nariz, frutas blancas (pera, durazno) y las típicas notas que recuerdan al varietal (pomelo rosado, herbáceos, pis de gato, espárrago); en boca se mantuvieron los mismos aromas, quizás con un poco menos de protagonismo que lo que me había anticipado en nariz; bien equilibrado en acidez y con persistentes aromas retronasales.
Para resumir, sin ser un vino demasiado complejo, igualmente valoro la limpieza, nitidez y tipicidad de sus aromas. Transcurrido un tiempo en copa, perdió un poco las notas frutales de la primera nariz, dejando como protagonismo sólo a los herbáceos ya conocidos. Como mientras disfrutábamos de este SB las carnes aún no estaban asadas, lo acompañamos de unas figazas de manteca tostadas con queso brie, y tomatitos en aceite de oliva, que combinaron de manera excelente.
Para el momento de las carnes, ya teníamos preparada otra novedad, el RamaNegra Cabernet Sauvignon 2009 ($ 67) de la debutante Bodega Casarena (Agrelo, Luján de Cuyo); en su entrada en boca se mostró un tanto dulce (fruta bien madura, no sobremadura), fluido en su paso y con el recuerdo a las típicas notas especiadas (pimienta negra), taninos marcados y amables, que en ningún momento molestaron, y con un final de boca que recordaba a higo maduro. Otro vino que sin mostrar demasiada complejidad se bebió muy fácilmente y me anticipó que, a pesar de no tener crianza en roble, tiene cualidades para seguir mejorando y redondeándose en botella.
Ya en la sobremesa, descorchamos el Lorca Fantasía Extra Brut Blanc de Blancs ($ 40), espumante método charmat con un 70% de Chardonnay y 30% de Semillón, proveniente de la zona de Vistaflores (Valle de Uco) y elaborado por el reconocido Mauricio Lorca. Fue una etiqueta novedosa que me sugirió un amigo, y debo reconocer que no estuvo para nada desacertado, ya que si bien encontré un producto simple, resultó muy correcto y agradable, en nariz con algunas notas frutales (pera) y algo de levadura, de burbuja pequeña que hacía su paso por boca suave, y competitivo para el segmento.
Sin detenerme a evaluar demasiado los respectivos precios de mercado, y mientras los niños seguían correteando en la terracita de la calle Formosa, me fui a la siesta dominguera con el recuerdo de tres lindos vinitos para recomendar.
Los vinos que acompañaron esta vez, al menos para mí, resultaron bastante entretenidos.Mientras prendíamos el fuego, comenzamos con el Salentein Reserve Sauvignon Blanc 2010 ($ 52). Creo que es el primer vino de la bodega que sale al mercado elaborado por el recién incorporado José “Pepe” Galante; vale aclarar que hasta la 2008 el SB de esta línea era criado en barrica de roble, pero desde la cosecha pasada la bodega optó por privilegiar la fruta y la frescura. Luego de haberlo degustado debo reconocer que están marchando por buen camino. Desde el primer momento se mostró muy expresivo en nariz, frutas blancas (pera, durazno) y las típicas notas que recuerdan al varietal (pomelo rosado, herbáceos, pis de gato, espárrago); en boca se mantuvieron los mismos aromas, quizás con un poco menos de protagonismo que lo que me había anticipado en nariz; bien equilibrado en acidez y con persistentes aromas retronasales.
Para resumir, sin ser un vino demasiado complejo, igualmente valoro la limpieza, nitidez y tipicidad de sus aromas. Transcurrido un tiempo en copa, perdió un poco las notas frutales de la primera nariz, dejando como protagonismo sólo a los herbáceos ya conocidos. Como mientras disfrutábamos de este SB las carnes aún no estaban asadas, lo acompañamos de unas figazas de manteca tostadas con queso brie, y tomatitos en aceite de oliva, que combinaron de manera excelente.Para el momento de las carnes, ya teníamos preparada otra novedad, el RamaNegra Cabernet Sauvignon 2009 ($ 67) de la debutante Bodega Casarena (Agrelo, Luján de Cuyo); en su entrada en boca se mostró un tanto dulce (fruta bien madura, no sobremadura), fluido en su paso y con el recuerdo a las típicas notas especiadas (pimienta negra), taninos marcados y amables, que en ningún momento molestaron, y con un final de boca que recordaba a higo maduro. Otro vino que sin mostrar demasiada complejidad se bebió muy fácilmente y me anticipó que, a pesar de no tener crianza en roble, tiene cualidades para seguir mejorando y redondeándose en botella.
Ya en la sobremesa, descorchamos el Lorca Fantasía Extra Brut Blanc de Blancs ($ 40), espumante método charmat con un 70% de Chardonnay y 30% de Semillón, proveniente de la zona de Vistaflores (Valle de Uco) y elaborado por el reconocido Mauricio Lorca. Fue una etiqueta novedosa que me sugirió un amigo, y debo reconocer que no estuvo para nada desacertado, ya que si bien encontré un producto simple, resultó muy correcto y agradable, en nariz con algunas notas frutales (pera) y algo de levadura, de burbuja pequeña que hacía su paso por boca suave, y competitivo para el segmento.Sin detenerme a evaluar demasiado los respectivos precios de mercado, y mientras los niños seguían correteando en la terracita de la calle Formosa, me fui a la siesta dominguera con el recuerdo de tres lindos vinitos para recomendar.
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